Luego de 14 largos años de espera se permitió la solidaridad
El pasado 7 de septiembre del año en curso, en uno de los auditorios del Club de Periodistas el ex preso político René González Sehweret, uno de los tres último presos políticos cubanos liberados mediante canjes de prisioneros, dictó una breve charla a los presentes sobre sus experiencias en las cárceles de Estados Unidos de América en las cuales estuvo encarcelado por 14 años por haber sido encontrado culpable de espiar para Cuba dentro de ese país.
En su concisa participación detalló cómo fue encontrado culpable por espionaje junto con los otros cuatro cubanos en un procedimiento judicial viciado y prejuiciado cuando su verdadero trabajo fue (al igual que los otros cuatros) fue informar al Gobierno de Cuba de los actos terroristas que grupos terroristas cubanos - con la anuencia y colaboración de agencias del Gobierno de Estados Unidos de América- planificaban llevar a cabo. Y el haberle informado, mediante el Gobierno de Cuba, al Gobierno de Estados Unidos de América de dichos planes que violaban la propia política pública e internacional del Gobierno norteamericano. Buscando evitar esos actos terroristas en contra del pueblo cubano.
También cubrió los atropellos, vejaciones, la crueldad y la saña con que los trataron las agencias carcelarias norteamericanas mientras estuvieron presos. Pero, que ellos nunca dudaron de que saldrían en libertad a partir de que Fidel Castro y el Gobierno cubano los calificaran héroes nacionales y se comprometieran internacionalmente que más pronto que tarde regresarían a su patria como hombres libres. Cosa que lograron porque contaron con el apoyo del Estado nacional de Cuba y con la enorme solidaridad internacional.
Antes de terminar su participación expresó que prefería ser breve para dar paso a las preguntas del público presente que había sido convocado por el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba.
Ya en el periodo de preguntas y respuestas, la primera pregunta se la hizo el compañero Ramón Onill del Comité Amigos de Puerto Rico en México. Según nos informara Ramón, comenzó haciéndole un tipo de introducción preguntándole si estaban conscientes los cinco que en toda actividad de los patriotas puertorriqueños, tanto en el archipiélago de Puerto Rico como en la diáspora, siempre se incluían a los cinco presos políticos cubanos juntos con los prisioneros políticos boricuas o puertorriqueños. Contestando René en la afirmativa, “que estaban consciente de ello”.
Inmediatamente le preguntó el compañero Ramón si tenía conocimiento de la existencia del prisionero político puertorriqueño Oscar López Rivera, quien ya había cumplido 34 años en las mazmorras gringas y sobre la boricua o puertorriqueña Ana Belén Montes, quien por 17 años había informado desde la Agencia Nacional de Seguridad gringa al servicio de inteligencia y de contrainteligencia cubana de los planes terroristas en contra del pueblo y Estado cubano. Y qué podía decir al respecto.
Inmediatamente René reconoció a ambos. De Oscar expresó “que para ellos fue el ejemplo a seguir mientras estuvieron presos por su verticalidad y compromiso inclaudicable con la libertad y justicia, y que inclusive uno de ellos fue compañero de prisión de Oscar”. Que Oscar no había salido libre porque le había faltado, a diferencia de ellos, el apoyo de un estado nacional. Sobre Ana Belén Montes, expresó “que era una mujer sumamente moral y muy valiente”. “Y que debía ser considerada como una heroína por lo que hizo por Cuba.” “Que por ello estaba cumpliendo una sentencia de 25 años en máxima seguridad de los cuales les faltaban 12 por cumplir. Y que había que apoyar a ambos para sacarlos en libertad lo más pronto posible.”
Expresado lo anterior, el compañero Ramón le preguntó a René si tendría alguna oposición o reparo a que se distribuyera una solicitud escrita para que el público la firmara demandándole al presidente chocoroll Barak Obama la libertad inmediata de Ana Belén Montes. Luego de que Jesús Escamilla (quien estaba a su lado en la mesa de presídium) le explicara que era un pastelito mexicano (en Borinke n bizcochito) de chocolate relleno de crema; y de que Ramón le expresara que Obama era negro por fuera y blanco imperialista por dentro, René expresó que “en lo absoluto”.
Entonces, Ramón se dirigió a Jesús Escamilla, máximo representante del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba, y le preguntó “si tenía alguna oposición o reparo.”. Contestándole Escamilla que no. Ramón volvió a preguntarle a Escamilla “que si estaba seguro”. Contestándole Escamilla que estaba seguro, que adelante con la toma de las firmas.
Acto seguido de comenzó la tomas de las firmas que tuvo como resultado el que unas 125 personas las firmaran incluyendo al propio René González y los miembros de la embajada de Cuba en México que lo acompañaban y los de la dirigencias del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba. En el proceso René tomo la palabra y abundó con lujos de detalles el actuar valiente y solidario de Ana Belén Montes en pro de la nación y el Estado de Cuba. Recomendando que se expandiera la demanda de su libertad junto con la de Oscar López Rivera.
Al compañero Ramón le preguntamos el por qué le había preguntado dos veces a Jesús Escamilla si no tenía alguna objeción o reparo para la toma de las firmas cuando ya el personaje principal - René González Sehwerert - en la conferencia o charla había dado su aprobación. Y nos contestó que lo había hecho, primeramente, porque lo entendía como el máximo representante o portavoz del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba, y porque por más de 14 años se había opuesto (y junto con él la dirigencia del MMSC) a que se tomaran firmas en apoyo de la libertad de los prisioneros políticos puertorriqueños o boricuas. Aún con conocimiento de que en toda actividad patriótica puertorriqueña o boricua en Puerto Rico o en la diáspora boricua (incluyendo México) siempre se demandaba solidariamente la libertad de los 5 presos políticos cubanos con la libertad de los patriotas boricuas. Y que en una ocasión se exaltó porque en la entrada de una actividad de apoyo a Cuba unos compañeros del Comité Amigos de Puerto Rico estaban tomando firmas en apoyo a la libertad de Oscar López Rivera.
Y que por igual o más cantidad de años el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba se ha reusado a realizar una actividad conjunta en el mes de julio frente a la embajada gringa cuando se conmemora el natalicio de Simón Bolívar y el ataque al cuartel Moncada de Cuba, se recuerda el natalicio luctuoso de Pancho Villa y se protesta por la invasión y ocupación militar gringa al territorio nacional puertorriqueño bajo el argumento de que son ellos los que tienen la capacidad de convocatoria. ¡Válgame Dios!
Presumimos que las expresiones públicas y abiertas de solidaridad del héroe cubano René González Sehwerert en pro de la libertad de Oscar López Rivera y de Ana Belén Montes tuvieron que pesar en la posición política poca solidaria de Jesús Escamilla y/o que se hubiera dado un cambio previo desconocido en la mentalidad de Escamilla para que no se opusiera a la toma de firmas en pro de la libertad de Ana Belén Montes.
Sea una o la otra o ambas, la cosa fue que hubo que esperar más de 14 años y que salieran de las cárceles gringas los últimos tres presos cubanos para que se diese ese cambio positivo de actitud y de posición política en el compañero Jesús Escamilla ( y esperemos que en MMSC) que esperamos se mantenga y se amplié. Porque muchas veces no es tarde el rectificar y corregir cuando de solidaridad internacional se trata. ¡Claro está, siempre y cuando sea positivo! FELICIDADES
En México, Jiquilpan, Michoacán, a 19 de agosto de 2015.
Por Carlos Rivera.
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