¿Cuba y Borinken son de un pájaro las dos alas?
Por Carlos Rivera.
El pasado 19 de junio del año en curso se celebró como en años anteriores las vistas sobre el caso colonial de Puerto Rico en el Comité de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Como en los últimos tres años, participó el Gobierno Provisional del Estado Nacional Soberano de Borinken, esta vez apoyado por trece organizaciones solidarias con su posición que le solicita al Comité de Descolonización de la ONU que lo apoye a lograr un asiento como Estado Nacional Soberano de Borinken en la Asamblea General de la ONU con plenos derechos y obligaciones.
Una de las organizaciones solidarias fue la Coordinadora Mexicana de Apoyo al Estado Nacional Soberano de Borinken, quien fue representada por el mexicano Germán Hurtado Aldana, dirigente social reconocido, cuya organización es miembro de la Coordinadora Mexicana de Apoyo al Estado Nacional Soberano de Borinken.
En la ponencia de la Coordinadora Mexicana de Apoyo al Estado Nacional Soberano de Borinken sobresalió el señalamiento de que con la imposición de la llamada Junta de Control Fiscal Federal (nombre eufemístico de una agencia de cobro estadounidense para cobrarle al pueblo de Puerto Rico 75 mil millones de dólares para pagarle a sus bonistas) lo que buscaba el Gobierno de Estados Unidos de América (EE.UU.A.) era desconocer las doctrinas de Derecho Internacional Calvo, Drago y Carranza, y a su vez cerrarle la posibilidad a la nación de Puerto Rico o Borinken de poder recurrir a esas doctrinas internacionales para defender sus derechos nacionales
También sobresalió el que se le solicitara al Comité de Descolonización que ejerciera sus buenos oficios para que el Gobierno de EE.UU.A. se sentara a negociar la terminación del coloniaje en Puerto Rico con el Gobierno Provisional del Estado Nacional Soberano de Borinken por ser este el único de los ponentes que gozaba de los atributos de un Estado nacional.
A diferencia del año anterior que casi inmediatamente el Comité de Descolonización aprobó por unanimidad la solicitud verbal, por parte del Partido Independentista Puertorriqueño, para que ejerciera sus buenos oficios en busca de que el Gobierno de EE.UU.A. se sentara a negociar con las organizaciones patrióticas puertorriqueñas la independencia de Puerto Rico – ejercicio que pronosticamos iba a ser infructuoso ya que los buenos oficios lo ejerce un Estado soberano y/o agrupación de Estados soberanos en busca de resolver problemas entre dos o más Estados soberanos - , esta vez ni tan siquiera el Comité de Descolonización consideró la petición de ejercer los buenos oficios. Posición que no nos sorprendió porque la esperábamos ya que la misma surgió de una organización solidarias con la posición del Estado Nacional Soberano de Borinken previamente expresada. Con ello confirmamos el doble rasero existente en el trato.
Pero lo más que nos sorprendió fue la contestación que le dio al Dr. Ramón Nenadich Deglans, Presidente del Gobierno Provisional del Estado Nacional Soberano de Borinken, Ana Silva Rodríguez, embajadora de la República de Cuba en el Comité de Descolonización, cuando este le reclamó por no mencionar la solicitud del Estado Nacional Soberano de Borinken de un asiento en la Asamblea General de la ONU como un Estado nacional y soberano. La embajadora le contestó que la razón es que para ellos el Estado Nacional Soberano de Borinken era una organización política más. Al expresarle Nenadich las razones por las cuales estaba equivocada, Silva lo evadió expresándole que tomaría nota de ellas, como si no las supiera.
Y lo anterior me obliga a repasarle la historia constitucional de Cuba a la embajadora Silva Rodríguez para que también tome nota.
Comienzo recordándole que Cuba de 1869 al 1898, mientras combatía por su independencia patria – por la cual combatieron miles de boricuas o puertorriqueños – tuvo cuatro constituciones. Son: Constitución de Guáimaro (10/abril/1869), Constitución de Baraguá (15/mayo/1878), Constitución de Jimaguayú (16/septiembre/1895) y Constitución de Yaya (29 octubre de 1897)
La de Guáimaro la hicieron 10 meses después del Grito de Yara (10/octubre/1868). Y quien mejor la describió es uno de sus próceres Enrique Collazo, quien dijo: “Hicieron una República con una constitución modelo, aún cuando no teníamos un palmo de tierra seguro en que enclavar nuestra bandera…hicieron ciudadanos cuando necesitábamos soldados, dieron en fin, al recién nacido, el régimen de vida de un hombre adulto.”
La de Baraguá fue en contestación al Pacto del Zanjón, mediante el cual las fuerzas armadas cubanas aceptaron deponer las armas. Esta fue producto del pequeño sector de oficiales que no aceptaron el Pacto del Zanjón. Se componía de cinco breves artículos de dos a tres renglones cada uno. Fue un Gobierno Provisional. Y uno de los constituyentes fue el coronel boricua Juan Ríus Rivera, Jefe militar de la región de Holguín. Esta Constitución sobrevivió 74 días.
La de Jimaguayú sobrevivió por 2 años. Fue una solución intermedia entre la de Guaímaro (que dividía el poder en tres instituciones) y la de Baraguá que otorgaba todo el poder a su Gobierno Provisional. En esta el poder se dividía en dos campos: el militar y el civil. Tratando de evitar lo inevitable, la intervención de los civiles en el ámbito militar
Y la de Yaya. La mejor estructurada y amplia de todas. En ella por vez primera se expuso el deber de servir a la patria y el deber del servicio militar a los cubanos. Y además estableció los requisitos para ser ciudadano cubano. Duró hasta el primer acto de soberanía de EE.UU.A. en Cuba (13/diciembre/ 1898), Una vez Cuba bajo el dominio militar imperial de EE.UU.A. Duró 14 meses.
Todas fueron fallidas porque no pudieron terminar con el dominio imperial de España sobre el territorio nacional cubano aunque en diferentes momentos fue reconocido el estado de beligerancia entre los cubanos y el Gobierno español por parte de México bajo la presidencia de Benito Juárez y por parte de El Ecuador, bajo la presidencia de Eloy Alfaro.
Tuvo la nación cubana que esperar hasta el 20 de mayo de 1902 para poder instaurar la República de Cuba bajo la Constitución del 21 de febrero de 1901. Siendo convocada la elección de los constituyente por el entonces Gobernador militar norteamericano en Cuba, General Leonard Wood, mediante la orden militar número 301 del 25 de julio de 1900. Constitución donde el imperio gringo le demandó a los constituyentes que incluyeran en la misma, como apéndice, la aprobación de su nefasta Enmienda Platt. Enmienda que limitaba la soberanía cubana y que le reconocía el derecho a EE.UU.A. de intervenir en Cuba en defensa de sus derechos imperiales. Es decir nació bajo el tutelaje y protectorado imperial gringo.
Esa presencia y participación imperial de EE.UU.A. no fue casual. Fue, como debe de saber, producto del cabildeo en el Congreso de EE.UU.A que hizo el Delegado General del Gobierno de Cuba, Tomás Estrada Palma (una vez muerto José Martí), que logró dos cosas fundamentales: la aprobación de la Resolución Conjunta del Congreso de EE.UU..A. en donde se reconoció el derecho de Cuba a ser independiente; y la intervención armada de ese país en la guerra Iberoantillana. Para lo cual usaron como excusa el hundimiento de su buque de guerra Maine en la bahía de La Habana.
Por cierto, en la Resolución Conjunta del 20 de abril de 1898 no se incluyó el derecho de Puerto Rico a ser libre. Olvidando totalmente Estrada Palma el contenido del Artículo Primero del Partido Revolucionario Cubano (y Puertorriqueño, según el Dr. Ramón Emeterio Betances Alacán, porque el mismo fue constituido en EE.UU.A. por el exilio de ambas Antillas) que expresaba: “El Partido Revolucionario Cubano se constituye para lograr con los esfuerzos reunidos de todos los hombres de buena voluntad, la independencia de la Isla de Cuba, y fomentar y auxiliar la de Puerto Rico.”
Esa exclusión de Puerto Rico de la Resolución Conjunta por parte de Tomás Estrada Palma y su otro cabildeo que promovió la intervención armada de EE.UU.A. en Puerto Rico para que tuviese fuentes de donde recuperar su inversión en su guerra de intervención se llama en cualquier lugar traición a un aliado.
Nosotros, como organización solidaria con el Estado Nacional Soberano de Borinken, reconocemos el derecho del Gobierno de Cuba de darle prioridad a sus relaciones políticas con las organizaciones patrióticas puertorriqueñas más afines con Cuba. Y el respaldar la posición de ellas de solicitar a la Asamblea General a de la ONU que vuelva a retrotraer a Puerto Rico a su condición de colonia de 1953 para obligar a EE.UU.A. a rendir informe sobre su colonia.
Lo que no les reconocemos ni aceptamos es que quieran obstaculizar la posición del Estado Nacional Soberano de Borinken de solicitar un asiento con plenos derechos y obligaciones en la Asamblea General de la ONU como Estado nacional y soberano. Tampoco aceptamos que se adjudiquen el derecho de cualificar al Estado Nacional Soberano de Borinken como una organización política porque eso no es parte de sus atribuciones ni competencia. Eso le compete y es atribución exclusiva de la nación boricua o puertorriqueña.
El Estado Nacional y Soberano de Borinken y su Gobierno Provisional, señora embajadora, se constituyó ejerciendo - un sector de los patriotas puertorriqueños - sus derechos inalienables a la soberanía, autodeterminación e independencia. Tal y como lo hicieron los de Guaímaro, Baraguá, Jimaguayú, Yaya y los de la Constitución del 21 de febrero de 1901. Haciendo la salvedad con los de la Constitución del 21 de febrero de 1901 de que no aceptamos tutelajes y ni protectorados de tipo alguno.
Sirva Cuba a la independencia de Puerto Rico o de Borinken subsanando en parte la traición de Tomás Estrada Palma y los suyos, y cumpliendo a la vez con el compromiso político militar entre ambas naciones sellado con la preciosa sangre boricua (como la llama el veterano combatiente boricua Juan Antonio, Papo, Castillo Ayala) derramada en tierra cubana. Tratando con igualdad las diferentes posiciones de los patriotas boricuas. Y cesando de querer dirigir y decidir, directa o indirectamente, el futuro político inmediato de Puerto Rico hacia lo que no pocos entienden como la Libre Asociación de Puerto Rico con EE.UU.A. Es decir, un protectorado en pleno siglo XXI con el imperio que por 119 años ha despreciado y explotado a Puerto Rico y que pretende depredar lo que le queda de su patrimonio nacional.
Y de no corregir la diplomacia de Cuba su política discriminatoria en contra del Estado Nacional Soberano de Borinken, entonces es mandatoria la siguiente pregunta (sustituyendo a Puerto Rico por Borinken del verso del poema de Lola Rodríguez de Tió): ¿Cuba y Borinken son de un pájaro las dos alas?
En Tres Cruces, Guerrero, México, a 6 de agosto de 2017.
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