COMITÉ AMIGOS DE PUERTO RICO
Carta abierta al pueblo de Puerto Rico por el fallecimiento de Rafael Hernández Colón. (Que lo entierren boca abajo)
Ayer (2 de enero de 2019) al leer las noticias sobre el acontecer en Puerto Rico me enteré del fallecimiento del ex gobernador del Estado Libre Asociado de Puerto Rico,Rafael Hernández Colón y quedé asombrado por las expresiones oficiales y no oficiales en donde resaltaban sus virtudes como persona y su gran legado político y administrativo al pueblo de Puerto Rico. Hasta leí un recuento de su actuar político y todos los actos oficiales y religiosos que se va a realizar reconociendo al fallecido. Hasta el Gobernador actual del diz que Estado Libre y Asociado de Puerto Rico, Ricardo Roselló (irónicamente anexionista confeso a la quinta potencia a quienes algunos llaman el Soplapote y/o el Hijo de Papi) declaró 30 días de luto oficial por el fallecimiento del mencionado opositor dirigente político. Uno de los más sobresaliente del colonial Partido Popular Democrático.
Cosa entendible porque de una u otra forma ese partido junto con el del anexionista Soplapote, digo Ricardo Roselló, el Partido Nuevo Progresista, en connivencia han gobernado alternadamente a la colonia del Estado Libre Asociado de Puerto Rico desde el 1964. Y han sido tan exitosos en la explotación de su pueblo que actualmente el gobierno imperial de Estados Unidos de Américapretende cobrarle al pueblo de Puerto Rico – mediante una Junta Depredadora de Cobro Federal o gringa nombrada unilateralmente por el presidente óreo Barack Obama- la cantidad de 75 mil millones de dólares. Leyó bien 75 MIL millones de dólares.
¡Están tratando al fallecido como si fuese un prócer! Diría mi madre doña Carmen: “Válgame Dios” Y “El Señor nos agarre confesados”
El fenecido Rafael Hernández Colón de prócer no tenía nada. Absolutamente nada. Porque en vida fue un clásico político colonialista reaccionario y represivo que le fue fiel a su procedencia de clase burguesa intermediaria y a la mogolla política colonial conocida con el rimbombante nombre de Estado Libre Asociado de Puerto Rico de la cual mamó burocráticamente por décadas enchufando a su vez políticamente a su descendientes sanguíneos. Quienes están igual o más colonizados que su causante.
En las últimas horas he repasado mentalmente su actuar político. Y por más que me he esforzado no encuentro ninguna participación política del fenecido en foros internacionales que lo reivindique como un hombre de Estado. Tampoco he encontrado su participación en algún tratado comercial, militar, cultural, sindical y/o político internacional. Bien fuese como negociante o suscribiente.
Lo que si recuerdo, porque lo viví en carne propia, fue su represión como gobernador colonial en contra de la huelga de los trabajadores de la industria eléctrica y en contra de los bomberos a principio de la década de los años setentas del siglo pasado. Y no fue una represión cualquiera. El mencionado, haciendo alarde de su poder como Gobernador de y en la colonia, movilizó a la Guardia Nacional (cuerpo castrense de las fuerzas armadas del imperio de Estados Unidos de América en Puerto Rico) y los tanques de guerra (cuerpo blindado de guerra) para reprimir la huelga de los trabajadores que reclamaban sus derechos. ¡Se le vio toda la costura burguesa!
También recuerdo vivamente su actuar cuando fue a recibir al aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín (Máxime apóstata puertorriqueño del siglo XX) en Carolina, Puerto Rico al Presidente del imperio de Estados Unidos de América, Gerald Ford. Como el mencionado iba algo retrasado, optó por bajarse de la limosina que lo transportaba, brincar una verja de las que separan el espacio terrestre del aeropuerto y correr por el pastizal que lo separaba del lugar en donde se encontraba el primer ejecutivo al cual le debía lealtad y respeto. El fallecido llegó, todo sudado, y enlodado, pero llegó a recibir a su mayordomo, digo a su Presidente. Estableciendo con ello un precedente de servilismo y genuflexión política hasta ahora inigualado por otro gobernador colonial.
De la crónica sobre su persona que leí ayer sobresalen dos detalles. El primero tiene que ver con su contacto con el Lic. Juan Mari Brás. ex Secretario General del ex Partido Socialista Puertorriqueño (q,e,p,d,) para que Mari Brás intercediera con el gobierno de Cuba para que este respaldara en la ONU la petición del Estado Libre Asociado de Puerto Rico de poderes soberanos. Pero lo sobresaliente para mi es que el llamado Gallito lo hiciese disfrazado para que no se supiese de sus gestiones con Marí Brás. Una manifestación clara de cobardía del llamado Gallito. ¡Gallito manilo y sin casta! El otro fue verlo vestido con el uniforme militar de la escuela norteamericana en donde estudio sus años primarios. Formación militar elitista que seguramente tuvo que ver con su activación de la Guardia Nacional y de las fuerzas blindadas previamente mencionadas.
Hoy (3 de mayo de 2019) al examinar las noticias de Puerto Rico vi una foto en donde su ataúd aparece cubierto con la bandera de Puerto Rico. Tremenda ofensa a la verdad histórica. Porque con la bandera que lo deben de cubrir es con la que los patriotas boricuas llaman la pecosa. La de las 50 estrellas y la 13 franjas. Con la gringa. A la cual siempre le fue leal. Como también le fue leal a su ciudadanía gringa y a la mogolla colonial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
Anoche platiqué sobre el tema con quien llamo el Lobo Estepario, con quien repasé el ayer político. Y quien me dijo que únicamente esperaba que lo sepultaran boca abajo. ¿Por qué, le pregunté? Por si le da por resucitar, me contestó.
¡Elocuente con pocas palabras el Lobo Estepario.!
En el municipio de Tres Cruces, Estado de Guerrero, México, a 3 de mayo de 2019.
Por Carlos Rivera Pacheco.
Con la colaboración del Lobo Estepario desde la diáspora.
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