La magna traición del Delegado General del Gobierno de Cuba en Armas, el cubano Tomás Estrada Palma a Puerto Rico en el siglo XIX
A la memoria del Dr. Cecilio Torres Berríos
Patriota cabal, amigo y compañero fiel hasta la muerte
El pasado 22 de diciembre se cumplieron 125 años desde que se izó
por primera vez (22/diciembre/1895) la actual bandera de Puerto Rico. Que
resulta ser una copia de la actual bandera de Cuba con sus colores azul y rojo
inverso en el triángulo y en las franjas. Lo que me trae a la memoria la
posición del Dr. Cecilio Torres Berríos, quien expresaba que le gustaría que
cuando Puerto Rico fuese libre e independiente fuera la bandera que se enarboló
en el Grito de Lares- confeccionada manualmente por la prócer Mariana Bracetti
– el lábaro patrio de la República de Puerto Rico.
Posición con la cual yo coincidía y coincido en virtud de los
vínculos históricos que la de Lares tiene con la República Dominicana y con la
propia gesta épica independentista del Grito
de Lares. Municipio que se tomó por las armas el 23 de septiembre de 1898
por los independentistas puertorriqueños. En donde se declaró: 1- La República
de Puerto Rico con un gobierno republicano, 2-
la abolición de la esclavitud de los negros y, 3- la eliminación del trabajo
servil de la peonada blanca. Seguido el Grito de Lares - 18 días después
(10/10/1868) - por el Grito de Yara
en Cuba con el objetivo similar de lograr la independencia de Cuba y establecer
una república.
Es sabido que la insurrección en Puerto Rico fue sofocada en par de
meses no. obstante a la resistencia de los más y a actos heroicos de suprema
combatividad. Y que las causas principales de su derrota fue el adelanto de la
insurrección porque el sistema de inteligencia español había descubierto la
conspiración. Lo que impidió que llegara a tiempo su armamento y los oficiales
militares experimentados en lo que algunos llaman el arte de la guerra. Y que
la insurrección en Cuba duró 10 años, razón por la cual es conocida
oficialmente como la Guerra de los 10
Años. Esta finalizó mediante el Pacto
del Zanjón en 1878 en donde la inmensa mayoría de los oficiales cubanos
depusieron las armas juntos con sus fuerzas militares. Dentro del grupo de
oficiales disidentes sobresalieron el cubano Antonio Maceo Grajales (El Titán de Bronce) y el puertorriqueño
Juan Ríus Rivera (El Huracán Boricua).
Quienes con otros continuaron combatiendo a las fuerzas militares españolas.
Ese acto se conoce como la Protesta de
Baraguá. Posteriormente se vieron obligados a salir de Cuba hacia la isla
de Jamaica en busca de apoyo lo que les salvó indirectamente las vidas.
Durante la Guerra de los 10 años y la conocida como la Guerra Chiquita combatieron muchos
patriotas puertorriqueños en igualdad de condiciones que los cubanos
insurrectos. Sangre preciosa boricua regó los campos mambises de batallas.
Enarbolando siempre la bandera del Grito de Lares.
Pasan los años y resurge el ideal de independencia en ambas
Antillas. Es cuando surge la figura y el liderato político de José Martí Pérez a finales de la década
de los años 80s del siglo XIX. En el periodo de la Guerra de los 10 años Martí,
por un escrito, sufrió encarcelamiento alrededor de 4 meses en una prisión
española en la Isla de Pinos, hoy Isla de la Juventud. De ahí fue enviado a
España en libertad condicionada por gestiones de su padre un militar español en
Cuba. Aprovechó su estadía en España para realizar estudios universitarios
Para reforzar su liderato Martí
recurrió en busca del apoyo de los dos decanos de la Guerra de los 10 años. Al
máximo exponente en el área militar, el general dominicano (de Baní) Máximo Gómez Báez; y al máximo exponente de la diplomacia caribeña
y latinoamericana en Europa, al puertorriqueño (de Cabo Rojo) Dr. Ramón
Emeterio Betances Alacán.
Con el apoyo de Gómez lograría el respaldo de los oficiales veteranos de las guerras anteriores quienes desconfiaban de su capacidad militar por no haber participado militarmente en esas gestas. Y con Betances lograría, además, el apoyo total de los patriotas independentistas puertorriqueños y el respaldo de los progresistas de Europa.
En esa etapa es que José Martí Pérez logra fundar el 10 de abril de
1892 el Partido Revolucionario Cubano
– brazo propagandístico/ político y organizativo de la futura República Cubana
en armas - con las diásporas cubanas y puertorriqueñas asentadas en varios
estados de Estados Unidos de América. Partido que en su Artículo 1 expresaba “El Partido Revolucionario Cubano se
constituye para lograr con los esfuerzos reunidos de todos los hombres de buena
voluntad, la independencia absoluta de la isla de Cuba y fomentar y auxiliar
la de Puerto Rico.”
Y aquí me surgió mi primera preocupación. Preguntándome la razón de
la diferenciación en los objetivos para ambas islas. Cuando en la Guerra de los
10 años - se cambiaron en los hechos los papeles - los cubanos insurrectos
recibieron el auxilio de Puerto Rico, como fue parte de las armas que no
llegaron a la insurrección del Grito de Lares, dinero, y cientos de
combatientes. Mientras que los independentistas puertorriqueños no recibieron
nada
Máxime cuando los cubanos sabían del magno proyecto de Ramón
Emeterio Betances Alacán (Padre de la Patria de Puerto Rico): “La Confederación de las Antillas.”. Es
decir, la unión política/ económica/militar de la República de Haití, la
República Dominicana y la futura República de Cuba con la futura República de
Puerto Rico una vez estas últimas lograran la independencia de España.
Transcurrió el tiempo y José Martí viaja a la República Dominicana para lograr el respaldo del general dominicano Máximo Gómez a la Guerra Necesaria. Y el 25 de mayo del 1895, él en unión a Máximo Gómez redactan y aprueban el conocido Manifiesto de Monte Cristi, República Dominicana. Documento oficial del Partido Revolucionario Cubano. En donde exponen las ideas en las que se basó Martí para organizar la Guerra Necesaria.
Guerra que había comenzado un mes antes mediante el Grito de Baire (24 de febrero de 1895)
y posterior al estrepitoso fracaso de Martí con su magna expedición armada
conocida como La Fernandina para
invadir simultáneamente a Cuba por diferentes litorales. (Una cuasi copia del
proyecto militar de Betances que no pudo implementar por lo ya expresado sobre
el Grito de Lares.)
Al leer el contenido del Manifiesto de Monte Cristi volvió a
llamarme la atención de que excluyeran a Puerto Rico en su contenido. No obstante, a que
los puertorriqueños en la diáspora fueron coparticipes de la fundación del
Partido Revolucionario Cubano. Y al contenido de su Artículo Primero
previamente mencionado.
El haberse incluido a Puerto Rico en el Partido Revolucionario
Cubano fue significativo porque, a diferencia de la Guerra de los 10 años,
oficializó la alianza entre las huestes independentista de ambas Antillas
Mayores. Y esto implicaba trabajar en conjunto para la consecución de la
independencia de Cuba y de Puerto Rico.
Es imperativo aclarar que previamente las dos Antillas no
conspiraron en conjunto. La mejor prueba de ello es la expresión de “El Antillano” Ramón Emeterio Betances
Alacán cuando expresó lo siguiente: “Lo que no es cierto es que las dos islas
conspiraran de acuerdo, y esa fue una gran desgracia; pues entre las dos, si
hubiera querido comprenderlo la Junta de New York, arrastrábamos a la República
Dominicana y teníamos bandera en el mar…”
Muere José Martí - de cara al Sol - recién llegado a Cuba, el 19 de
mayo de 1895 en Dos Ríos en su
primer combate-Y casi dos meses después (10/julio/1895) fue nombrado el cubano
Tomás Estrada Palma como el Delegado
General del Partido Revolucionario Cubano en sustitución del asesinado José
Martí Pérez.
Tomás Estrada Palma nacido y criado en
Cuba tenía su residencia y domicilio en Estados Unidos de América. País en
donde era empresario y del cual obtuvo su ciudadanía. No era un principiante en
las luchas políticas y militares por la independencia de Cuba. En uno de los
gobiernos provisionales de Cuba durante la Guerra de los 10 Años llegó a ocupar
el cargo de Presidente de la República en Armas (del 29 de marzo de 1876 al 19
de octubre de 1877) Luchaba por la independencia de la Antilla Mayor de las
Antillas Mayores siguiendo en forma cuasi secreta – al igual que otros
independentistas cubanos- el modelo de
Texas. Primero lograr la independencia (en este caso de España) para luego
anexarse a Estados Unidos de América.
Lo anterior no era desapercibido para el veterano revolucionario Betances. Veamos este pasaje que le escribió el 22 de septiembre de 1892 a su amigo E. Trujillo, Director del periódico El Porvenir en New York, Estados Unidos de América haciendo alusión a la Revolución en Cuba: ”Fue posible cuando los representantes en New York de la Revolución Cubana – los Morales Lemus, los Aldainas, los Mestres, los Fesser y otros -. Que tenían todas las cualidades exceptas las de revolucionarios, eran o abogados de nombre o ricos propietarios o financistas felices de ser honrados, esclavos todos de la sugestión americana, volviendo constantemente la vista hacia la Casa Blanca, donde su candidez causaba risa, y empeñados en romper la jaula del león para sujetarlo luego y dirigirlo a su antojo, cruzadas las crines y tapado los ojos con el pabellón de las estrellas. Esa fue la muerte de la República de los 10 años”
Pero la opinión de Betances sobre Martí era otra diametralmente
opuesta. Veamos su opinión sobre El Apóstol de Cuba: “… y al señor Martí, a
quien agradezco tanto sus “versos sencillos”, tan fáciles que parecen
improvisados y hacen ver lo extraordinariamente que es esa inteligencia
privilegiada. Hágame el favor de darle las gracias por su dedicatoria…”
Posteriormente, por conducto del patriota boricua Sotero Figueroa,
en contestación de correspondencia a éste,
expresa: “Esa lucha inmensa que sugestiona invenciblemente a las almas grandes
como la de Martí, es digna de ustedes con él por jefe; y la gloria del triunfo
será suya, muy suya, porque ustedes vienen
- después de los precursores que aparecieron como simples soñadores
imprudentes – a establecer en el pueblo cubano y puertorriqueño, el reinado de
la justicia y a reemplazar la vergonzosa humildad del esclavo con los derechos
y la dignidad del hombre libre”
Cerrando El Antillano
esa correspondencia a Sotero Figueroa con broche de oro al expresar: “Dígale a
Martí que abuse de mi nombre, si quiere, en favor del país, y que si fuese
preciso exponerlo a las maldiciones de la posteridad por salvar la patria,
hasta allá voy yo.”
Lo anterior tuvo que saberlo Martí porque Sotero Figueroa era el
propietario de la imprenta en donde se imprimía el periódico Patria - vocero del Partido
Revolucionario Cubano - del cual era codirector con José Martí.
En abril del 1896, ejerciendo plenamente su puesto como Delegado
General Plenipotenciario del Partido Revolucionario Cubano, y teniendo
conocimiento de la posición y el compromiso de Betances con la libertad de Cuba
y de Puerto Rico, Tomás Estrada Palma lo nombró Delegado Plenipotenciario en
Francia con competencia y jurisdicción en otros Estados europeos. Puesto que
desempeño cabalmente hasta su fallecimiento El Antillano.
A partir de ser nombrado Tomás Estrada Palma como Delegado del
Partido Revolucionario Cubano comenzó junto con su Secretario Gonzalo Quesada y
otros un cabildeo constante con altos personajes (senadores, secretarios,
banqueros, vicepresidentes y presidentes) de la política estadounidense en
busca de conseguir la independencia de Cuba, Bien fuese comprándola mediante
indemnización económica al imperio español (capital que adquiriría mediante
préstamos y/o bonos con financieros
privados) con el respaldo de Estados Unidos de América; mediante el
reconocimiento de la beligerancia entre España y Cuba; y/o mediante la intervención
militar de Estados Unidos de América en la beligerancia existente entre Cuba y
el gobierno monárquico de España.
Cabildearon abiertamente en pro de la intervención armada de
Estados Unidos de América aun sabiendo de la preocupación política y militar de
potencias europeas (Reino Unido, Francia y la propia España) y de potencias
americanas (México, Venezuela, Ecuador y Brasil) de que esto sucediera como
preámbulo de la anexión de Cuba a la federación estadounidense como había
acontecido con Texas posterior a independizarse de México:
Es mandatario señalar que en todo su cabildeo no incluyeron a
Puerto Rico hasta casi comenzar la intervención armada estadounidenses en la
beligerancia lo que se conoce desde ese momento como la Guerra
Hispanoamericana.
Para aplacar las preocupaciones de los estados europeos y
americanos, Estados Unidos mandó al buque obsoleto de guerra Maine de visita de cortesía a Cuba.
Buque que misteriosamente explotó y se hundió mientras se encontraba anclado en
la bahía de La Habana, capital de Cuba.
Ese suceso dio lugar a que se desatara una campaña bélica en contra
de España en los medios informativos estadounidenses bajo dos principales
consignas: “Remember the Maine” (Recuerden el Maine (Al Maine, no al Álamo))
y “To the hell Spain” (Al infierno España). También dio lugar a que se aprobara
la Resolución Conjunta del 20 de abril
del 1898 por el Congreso de Estados Unidos en donde se reconoció el derecho
de Cuba a ser independiente. Y posteriormente a la declaración de guerra por
parte de España (25 de abril de 1898) a Estados Unidos de América y con ello el
inicio de la Guerra Hispanoamericana.
¿Y Puerto Rico estuvo incluido en la Declaración Conjunta
mencionada? Veamos el contenido de la Resolución Conjunta;
Preámbulo:
“Por cuanto: El abominable estado de
cosas que ha existido, durante los tres últimos años, en la isla de Cuba, tan
próxima a nuestro territorio ha herido el sentido moral del pueblo de los EEUU
y ha afrentado la civilización cristiana y ha culminado en la destrucción de un
barco de guerra de EEUU con doscientos sesenta y seis de sus oficiales y
tripulantes, mientras se hallaba de visita amistosa en el puerto de la Habana,
y tal estado de cosas no puede ser tolerado por más tiempo, según manifestó ya
el presidente de los EEUU en su mensaje al Congreso del 11 de abril de 1898,
invitando a éste que adopte resoluciones: Por tanto, se resuelve por el Senado
y la Cámara de Representantes de los EEUU de América reunidos en Congreso:
Primero: Que el pueblo de la isla de Cuba es y por derecho debe ser libre e
independiente.
Segundo: Que es deber de los EEUU exigir, como el gobierno de los EEUU
exige, que el gobierno de España renuncie inmediatamente su autoridad y
gobierno en la isla de Cuba y retire del territorio de ésta y de sus aguas, sus
fuerzas militares y navales.
Tercero: que por la presente se da orden y autoridad al presidente de los
EEUU para usar en su totalidad las fuerzas militares y navales de los EEUU, y
para llamar al servicio activo la milicia de los diferentes estados de los EEUU
hasta donde sea necesario para llevar a cabo esta resolución
Cuarto: Que los Estados Unidos por la presente declaran que no tienen
deseo ni intención de ejercer soberanía, jurisdicción o dominio sobre la Isla
excepto para su pacificación y afirma su determinación, cuando ésta se haya
conseguido, dejar el gobierno y dominio de la Isla a su pueblo.”
¿Y Puerto Rico, qué? ¡LO EXCLUYERON! Excluyeron al aliado
cofundador del Partido Revolucionario Cubano. El que proveía la imprenta en
donde se publicaba el periódico PATRIA. El que aportaba combatientes y dinero
por igual. Excluyeron a la nación de “El Antillano”, del Dr. Ramón Emeterio
Betances Alacán. Eso, eso en el barrio rural Juan Asencio del municipio de
Aguas Buenas de Puerto Rico lo llaman TRAICIÓN
¿Y para la fecha de la
Resolución Conjunta ya habían abierto los puertorriqueños y cubanos en armas el
segundo frente militar tan ansiado en Puerto Rico?
NO. Aunque entiendo que había las condiciones políticas para ello.
No se levantó el segundo frente militar por decisión del siniestro Tomás
Estrada Palma, quien tenía sus planes secretos para Puerto Rico.
La mejor prueba de que existía en Puerto Rico las condiciones fue
el levantamiento independentista armado en el municipio de Yauco (24/marzo/1897) en contra de España en donde se enarboló por
vez primera el actual lábaro patrio puertorriqueño. Cuatro meses y un día antes
de la invasión armada gringa al territorio nacional puertorriqueño.
También hay que considerar el plan que tenía el general de brigada
cubano José Lecret Morlot de llevar a
Puerto Rico expediciones armadas.
El 26 de junio de 1897 le escribe a Betances en París lo siguiente: “… Mi plan es llegar a Puerto Rico con 500 cubanos armados. Ríus Rivera primer jefe, y yo segundo, imposibilitado él, yo ocupo el primer puesto. …El gasto para la expedición es insignificante con relación a la magnitud del proyecto, y yo me comprometo a reintegrarlo a la semana de mi llegada a esa isla.” Posteriormente - en fecha 29 de agosto de 1897 - le escribe a Betances y le expresa: “En esta la segunda que desde los campos de “Cuba Libre” le dirijo; en la primera le hablaba de mi plan, en esta puedo decirle que nuestro Gobierno me ha despachado en términos tan halagüeños, que solo leyendo su acuerdo tomado por unanimidad se hará usted cargo de él. … ¿Sabe usted quien está a mi lado? Carlos Manuel de Céspedes. Y Carlos Manuel de Céspedes se incluye en el escrito y le expresa a El Antillano; “Quiero ser de los primeros en anunciarle lo que bien puede resultar para su idolatrada Borinquen el albor de su gran día. Nuestro Lacret será el invasor intrépido”.
Además de los mencionados cubanos se contaba con las siguientes
fuerzas: Expresa la misiva que incluía el Plan de Guerra: “Se determinó
preparar al cuerpo expedicionario que invadirá la isla, constituyendo la base
principal que deberá imprimir organización al ejército libertador, y para lo
cual se cuenta con varios generales de la vecina República Dominicana, residentes algunos ya en Puerto Rico. … Además
de los citados jefes, se cuenta para formar la primera expedición invasora con
unos 300 hombres de tropas compuesta de dominicanos y puertorriqueños …
Pero los que habitan en Venezuela, Curacao, etcétera, será necesario
trasladarlos al lugar de partida…
Veamos la posición de Tomás Estrada Palma al respecto. En fecha 23 de septiembre del 1897 desde New
York, un tal Julio, en su comunicación a Betances le expresa: Don Tomás,
verbalmente nos ha contestado que nada puede hacer…Y van a hacer dos años que
estamos organizados, y el Delegado ni siquiera ha dado parte de nuestra
organización al Gobierno de la República
Por su parte desde Estados Unidos: (“New York,13 de agosto de 1897) Estrada Palma le escribe a
Betances: Distinguido amigo. tengo a la vista su carta de 29 próximo pasado
julio en la cual, entre otros particulares, me trata de los informes que le ha
dado el señor Filiberto Fonts. Tomo nota de los ofrecimientos de la fábrica de
Trieste sobre entrega de los fusiles máuser y cartuchos por bonos pagadero en
dos años y garantizados por los cubanos ricos de París. De momento la situación
económica que atravesamos no permite contraer compromisos de esta clase; no
obstante, lo cual aplazo este asunto para mejor oportunidad…”
Lo anterior fue la contestación de Estrada Palma a la carta
/informe de Betances sobre el resultado de sus gestiones con su auxiliar Filiberto
Fonts sobre el encargo previo del propio Estrada Palma y del Gobierno Cubano de
que consiguieran armas pagaderas con bonos cubanos. En la misiva el boricua le
informó: “Marchó Fonts para Alemania, después para Austria, Hungría, etcétera,
y en Trieste logró su intento en la fábrica de armas de Angelini Bernardon y Compañía, la cual prometió entregar bajo
tales condiciones, todas las que los cubanos necesitasen. Por lo pronto, 50,000
Mauser españoles
Repasando la información inmediatamente anterior me surgieron par
de preguntas:
1-
¿Por qué rechazó Estrada Palma la oferta
de la fábrica de armas de Angelini Bernardon y Compañía cuando esta se
comprometió a proveerlo de todas las armas y aceptó que fuese los ricos cubanos
en París lo deudores solidarios de las compras y de entregarle inmediatamente
50,000 fusiles Mauser españoles con lo cual cambiaría inmediatamente la
correlación de fuerza de la guerra en Cuba?
2- ¿Y por qué
negarse a abrir el segundo frente militar en Puerto Rico cuando táctica y
estratégicamente era muy recomendable en virtud a que se vería España
comprometida a combatir en dos frentes simultáneamente y no podría sacar parte
de sus fuerzas armadas de Puerto Rico para mandarlas a Cuba como lo había hecho
durante toda la Guerra Necesaria?
Porque el siniestro Tomás Estrada Palma, Delegado General del
Gobierno de Cuba y del Partido Revolucionario Cubano - en unión al sector
anexionista de los independentistas cubanos - lo que prioritariamente perseguía
era la intervención armada de Estados Unidos de América en la Guerra de
Independencia de Cuba. Como aconteció
Y con relación
a Puerto Rico porque lo tenía contemplado como el futuro botín de guerra con el
cual el Gobierno de Estados Unidos podría recuperar su inversión de la
intervención. Prueba de ello es el extenso memorándum que le envía al coronel
estadounidense McCook posterior al hundimiento del Maine. En donde luego de
abundarle sobre las razones del derecho internacional para intervenir
armadamente en Cuba; de expresarle que contarían con el apoyo incondicional del
Ejército Independentista cubano (ya muerto José Martí y Antonio Maceo Grajales.
Y herido y encarcelado Juan Ríus Rivera); y de señalarle los lugares por donde
deberían desembarcar las expediciones armadas de Estados Unidos le expresa lo
siguiente:
“Simultáneamente con el bloqueo a Cuba, Puerto
Rico puede ser lo inverso. Ahora hay alrededor de 20,000 tropas regulares en
esa isla. Puerto Rico está en una condición floreciente mientras Cuba está
en cenizas. Existe un amplio bienestar allá y una indemnización de guerra puede
ser rápidamente lograda.”
El 21 de abril de 1898 Estados Unidos de América le declara la guerra a
España. El 1 de mayo de 1898 desembarca el ejército norteamericano en Bayamo,
en el oriente de Cuba. El 12 de junio de igual año desembarca en Guantánamo.
Santiago de Cuba, Cuba fuerzas invasoras estadounidenses. En ambas ocasiones
con el apoyo militar del Ejército Independista Cubano comandado por su jefe
principal en Oriente, el general Calixto García Íñiguez. Apoyo militar que
recibieron durante toda su beligerancia en Cuba.
El 25 de julio del 1898 las fuerzas armadas del emergente imperio de Estados Unidos - luego de lograr la rendición del gobierno español en Cuba - invaden a Puerto Rico por sus litorales del sur, este y oeste. A diferencia de Cuba enfrentan resistencia armada de las milicias puertorriqueñas en Guánica, Ponce, Peñuela, Guayama, Yauco, Cabo Rojo, Mayagüez, Hormigueros, Abonito, Vieques y Fajardo. En el barrio rural Asonante de Aibonito y en el barrio rural Guamaní de Guayama fueron parados en seco y tuvieron que retroceder militarmente a la costa del sur, al Mar Caribe.
En fecha 13 de agosto de 1898 aconteció la Insurrección en el municipio de Ciales. Cuatrocientos campesinos
declararon la Republica de Puerto Rico en plena Guerra Hispanoamericana.
El 10 de diciembre del 1898 se suscribió el Tratado de Paz entre Estados Unidos de América y España. Dando fin a la Guerra Hispanoamericana. Puerto Rico le fue cedido a Estados Unidos de América como botín de guerra. Y desde entonces combate por su independencia patria enfrentando al imperio gringo.
Por su parte el valiente pueblo
de Cuba tuvo que soportar la Enmienda Platt en su Constitución hasta el 1934; y
hasta el día de hoy el estigma de la base naval gringa en Guantánamo
En esa fecha. 10 de diciembre de 1898 se consumó la Magna Traición a la independencia de Puerto Rico.
Fuentes:
1- Correspondencia Cubana en Nueva York durante la Guerra de
Independencia de 1895 a 1898. Tomo Quinto. Publicaciones del Archivo
Nacional de Cuba, La Habana, Cuba
2- Betances. Autor Luis Bonafoux Quintero, Serie Biblioteca Popular,
Instituto de Cultura Puertorriqueña, San Juan de Puerto Rico, 1970-
3- Wikipedia
Lecret Morlot fue General de División del Ejército Libertador de Cuba. Participó en
la Guerra de los 10 Años, en la Protesta de Baraguá y en la Guerra Necesaria.
Amigo cercano y compañero de guerra del Gen. boricua Juan Ríus Rivera y de
Antonio Maceo Grajales.
En Tepito, Ciudad de
México, México, a 10 de mayo de 2021.
Por Ramón R. O’Neill
Santos
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