jueves, 13 de mayo de 2021

La magna traición del Delegado General del Gobierno de Cuba en Armas, el cubano Tomás Estrada Palma a Puerto Rico en el siglo XIX

La magna traición del Delegado General del Gobierno de Cuba en Armas, el cubano Tomás Estrada Palma a Puerto Rico en el siglo XIX 


A la memoria del Dr. Cecilio Torres Berríos

Patriota cabal, amigo y compañero fiel hasta la muerte


El pasado 22 de diciembre se cumplieron 125 años desde que se izó por primera vez (22/diciembre/1895) la actual bandera de Puerto Rico. Que resulta ser una copia de la actual bandera de Cuba con sus colores azul y rojo inverso en el triángulo y en las franjas. Lo que me trae a la memoria la posición del Dr. Cecilio Torres Berríos, quien expresaba que le gustaría que cuando Puerto Rico fuese libre e independiente fuera la bandera que se enarboló en el Grito de Lares- confeccionada manualmente por la prócer Mariana Bracetti – el lábaro patrio de la República de Puerto Rico.

Posición con la cual yo coincidía y coincido en virtud de los vínculos históricos que la de Lares tiene con la República Dominicana y con la propia gesta épica independentista del Grito de Lares. Municipio que se tomó por las armas el 23 de septiembre de 1898 por los independentistas puertorriqueños. En donde se declaró: 1- La República de Puerto Rico con un gobierno republicano, 2-  la abolición de la esclavitud de los negros y, 3- la eliminación del trabajo servil de la peonada blanca. Seguido el Grito de Lares - 18 días después (10/10/1868) - por el Grito de Yara en Cuba con el objetivo similar de lograr la independencia de Cuba y establecer una república.

Es sabido que la insurrección en Puerto Rico fue sofocada en par de meses no. obstante a la resistencia de los más y a actos heroicos de suprema combatividad. Y que las causas principales de su derrota fue el adelanto de la insurrección porque el sistema de inteligencia español había descubierto la conspiración. Lo que impidió que llegara a tiempo su armamento y los oficiales militares experimentados en lo que algunos llaman el arte de la guerra. Y que la insurrección en Cuba duró 10 años, razón por la cual es conocida oficialmente como la Guerra de los 10 Años. Esta finalizó mediante el Pacto del Zanjón en 1878 en donde la inmensa mayoría de los oficiales cubanos depusieron las armas juntos con sus fuerzas militares. Dentro del grupo de oficiales disidentes sobresalieron el cubano Antonio Maceo Grajales (El Titán de Bronce) y el puertorriqueño Juan Ríus Rivera (El Huracán Boricua). Quienes con otros continuaron combatiendo a las fuerzas militares españolas. Ese acto se conoce como la Protesta de Baraguá. Posteriormente se vieron obligados a salir de Cuba hacia la isla de Jamaica en busca de apoyo lo que les salvó indirectamente las vidas.

Durante la Guerra de los 10 años y la conocida como la Guerra Chiquita combatieron muchos patriotas puertorriqueños en igualdad de condiciones que los cubanos insurrectos. Sangre preciosa boricua regó los campos mambises de batallas. Enarbolando siempre la bandera del Grito de Lares.

Pasan los años y resurge el ideal de independencia en ambas Antillas. Es cuando surge la figura y el liderato político de José Martí Pérez a finales de la década de los años 80s del siglo XIX. En el periodo de la Guerra de los 10 años Martí, por un escrito, sufrió encarcelamiento alrededor de 4 meses en una prisión española en la Isla de Pinos, hoy Isla de la Juventud. De ahí fue enviado a España en libertad condicionada por gestiones de su padre un militar español en Cuba. Aprovechó su estadía en España para realizar estudios universitarios

Para reforzar su liderato Martí recurrió en busca del apoyo de los dos decanos de la Guerra de los 10 años. Al máximo exponente en el área militar, el general dominicano (de Baní) Máximo Gómez Báez; y al máximo exponente de la diplomacia caribeña y latinoamericana en Europa, al puertorriqueño (de Cabo Rojo) Dr. Ramón Emeterio Betances Alacán.

Con el apoyo de Gómez lograría el respaldo de los oficiales veteranos de las guerras anteriores quienes desconfiaban de su capacidad militar por no haber participado militarmente en esas gestas. Y con Betances lograría, además, el apoyo total de los patriotas independentistas puertorriqueños y el respaldo de los progresistas de Europa.

En esa etapa es que José Martí Pérez logra fundar el 10 de abril de 1892 el Partido Revolucionario Cubano – brazo propagandístico/ político y organizativo de la futura República Cubana en armas - con las diásporas cubanas y puertorriqueñas asentadas en varios estados de Estados Unidos de América. Partido que en su Artículo 1 expresaba “El Partido Revolucionario Cubano se constituye para lograr con los esfuerzos reunidos de todos los hombres de buena voluntad, la independencia absoluta de la isla de Cuba y fomentar y auxiliar la de Puerto Rico.”


Y aquí me surgió mi primera preocupación. Preguntándome la razón de la diferenciación en los objetivos para ambas islas. Cuando en la Guerra de los 10 años - se cambiaron en los hechos los papeles - los cubanos insurrectos recibieron el auxilio de Puerto Rico, como fue parte de las armas que no llegaron a la insurrección del Grito de Lares, dinero, y cientos de combatientes. Mientras que los independentistas puertorriqueños no recibieron nada

Máxime cuando los cubanos sabían del magno proyecto de Ramón Emeterio Betances Alacán (Padre de la Patria de Puerto Rico): “La Confederación de las Antillas.”. Es decir, la unión política/ económica/militar de la República de Haití, la República Dominicana y la futura República de Cuba con la futura República de Puerto Rico una vez estas últimas lograran la independencia de España.

Transcurrió el tiempo y José Martí viaja a la República Dominicana para lograr el respaldo del general dominicano Máximo Gómez a la Guerra Necesaria. Y el 25 de mayo del 1895, él en unión a Máximo Gómez redactan y aprueban el conocido Manifiesto de Monte Cristi, República Dominicana. Documento oficial del Partido Revolucionario Cubano. En donde exponen las ideas en las que se basó Martí para organizar la Guerra Necesaria. 


Guerra que había comenzado un mes antes mediante el Grito de Baire (24 de febrero de 1895) y posterior al estrepitoso fracaso de Martí con su magna expedición armada conocida como La Fernandina para invadir simultáneamente a Cuba por diferentes litorales. (Una cuasi copia del proyecto militar de Betances que no pudo implementar por lo ya expresado sobre el Grito de Lares.)

Al leer el contenido del Manifiesto de Monte Cristi volvió a llamarme la atención de que excluyeran a Puerto Rico en su contenido. No obstante, a que los puertorriqueños en la diáspora fueron coparticipes de la fundación del Partido Revolucionario Cubano. Y al contenido de su Artículo Primero previamente mencionado.

El haberse incluido a Puerto Rico en el Partido Revolucionario Cubano fue significativo porque, a diferencia de la Guerra de los 10 años, oficializó la alianza entre las huestes independentista de ambas Antillas Mayores. Y esto implicaba trabajar en conjunto para la consecución de la independencia de Cuba y de Puerto Rico.

Es imperativo aclarar que previamente las dos Antillas no conspiraron en conjunto. La mejor prueba de ello es la expresión de “El Antillano” Ramón Emeterio Betances Alacán cuando expresó lo siguiente: “Lo que no es cierto es que las dos islas conspiraran de acuerdo, y esa fue una gran desgracia; pues entre las dos, si hubiera querido comprenderlo la Junta de New York, arrastrábamos a la República Dominicana y teníamos bandera en el mar…”

Muere José Martí - de cara al Sol - recién llegado a Cuba, el 19 de mayo de 1895 en Dos Ríos en su primer combate-Y casi dos meses después (10/julio/1895) fue nombrado el cubano Tomás Estrada Palma como el Delegado General del Partido Revolucionario Cubano en sustitución del asesinado José Martí Pérez.

Tomás Estrada Palma nacido y criado en Cuba tenía su residencia y domicilio en Estados Unidos de América. País en donde era empresario y del cual obtuvo su ciudadanía. No era un principiante en las luchas políticas y militares por la independencia de Cuba. En uno de los gobiernos provisionales de Cuba durante la Guerra de los 10 Años llegó a ocupar el cargo de Presidente de la República en Armas (del 29 de marzo de 1876 al 19 de octubre de 1877) Luchaba por la independencia de la Antilla Mayor de las Antillas Mayores siguiendo en forma cuasi secreta – al igual que otros independentistas cubanos-  el modelo de Texas. Primero lograr la independencia (en este caso de España) para luego anexarse a Estados Unidos de América.

Lo anterior no era desapercibido para el veterano revolucionario Betances. Veamos este pasaje que le escribió el 22 de septiembre de 1892 a su amigo E. Trujillo, Director del periódico El Porvenir en New York, Estados Unidos de América haciendo alusión a la Revolución en Cuba: ”Fue posible cuando los representantes en New York de la Revolución Cubana – los Morales Lemus, los Aldainas, los Mestres, los Fesser y otros -. Que tenían todas las cualidades exceptas las de revolucionarios, eran o abogados de nombre o ricos propietarios o financistas felices de ser honrados, esclavos todos de la sugestión americana, volviendo constantemente la vista hacia la Casa Blanca, donde su candidez causaba risa, y empeñados en romper la jaula del león para sujetarlo luego y dirigirlo a su antojo, cruzadas las crines y tapado los ojos con el pabellón de las estrellas. Esa fue la muerte de la República de los 10 años”

Pero la opinión de Betances sobre Martí era otra diametralmente opuesta. Veamos su opinión sobre El Apóstol de Cuba: “… y al señor Martí, a quien agradezco tanto sus “versos sencillos”, tan fáciles que parecen improvisados y hacen ver lo extraordinariamente que es esa inteligencia privilegiada. Hágame el favor de darle las gracias por su dedicatoria…”

Posteriormente, por conducto del patriota boricua Sotero Figueroa, en  contestación de correspondencia a éste, expresa: “Esa lucha inmensa que sugestiona invenciblemente a las almas grandes como la de Martí, es digna de ustedes con él por jefe; y la gloria del triunfo será suya, muy suya, porque ustedes vienen  - después de los precursores que aparecieron como simples soñadores imprudentes – a establecer en el pueblo cubano y puertorriqueño, el reinado de la justicia y a reemplazar la vergonzosa humildad del esclavo con los derechos y la dignidad del hombre libre”

Cerrando El Antillano esa correspondencia a Sotero Figueroa con broche de oro al expresar: “Dígale a Martí que abuse de mi nombre, si quiere, en favor del país, y que si fuese preciso exponerlo a las maldiciones de la posteridad por salvar la patria, hasta allá voy yo.”

Lo anterior tuvo que saberlo Martí porque Sotero Figueroa era el propietario de la imprenta en donde se imprimía el periódico Patria - vocero del Partido Revolucionario Cubano - del cual era codirector con José Martí.

En abril del 1896, ejerciendo plenamente su puesto como Delegado General Plenipotenciario del Partido Revolucionario Cubano, y teniendo conocimiento de la posición y el compromiso de Betances con la libertad de Cuba y de Puerto Rico, Tomás Estrada Palma lo nombró Delegado Plenipotenciario en Francia con competencia y jurisdicción en otros Estados europeos. Puesto que desempeño cabalmente hasta su fallecimiento El Antillano.

A partir de ser nombrado Tomás Estrada Palma como Delegado del Partido Revolucionario Cubano comenzó junto con su Secretario Gonzalo Quesada y otros un cabildeo constante con altos personajes (senadores, secretarios, banqueros, vicepresidentes y presidentes) de la política estadounidense en busca de conseguir la independencia de Cuba, Bien fuese comprándola mediante indemnización económica al imperio español (capital que adquiriría mediante préstamos y/o bonos  con financieros privados) con el respaldo de Estados Unidos de América; mediante el reconocimiento de la beligerancia entre España y Cuba; y/o mediante la intervención militar de Estados Unidos de América en la beligerancia existente entre Cuba y el gobierno monárquico de España.

Cabildearon abiertamente en pro de la intervención armada de Estados Unidos de América aun sabiendo de la preocupación política y militar de potencias europeas (Reino Unido, Francia y la propia España) y de potencias americanas (México, Venezuela, Ecuador y Brasil) de que esto sucediera como preámbulo de la anexión de Cuba a la federación estadounidense como había acontecido con Texas posterior a independizarse de México:

Es mandatario señalar que en todo su cabildeo no incluyeron a Puerto Rico hasta casi comenzar la intervención armada estadounidenses en la beligerancia lo que se conoce desde ese momento como la Guerra Hispanoamericana.

Para aplacar las preocupaciones de los estados europeos y americanos, Estados Unidos mandó al buque obsoleto de guerra Maine de visita de cortesía a Cuba. Buque que misteriosamente explotó y se hundió mientras se encontraba anclado en la bahía de La Habana, capital de Cuba.

Ese suceso dio lugar a que se desatara una campaña bélica en contra de España en los medios informativos estadounidenses bajo dos principales consignas: “Remember the Maine” (Recuerden el Maine (Al Maine, no al Álamo)) y “To the hell Spain” (Al infierno España). También dio lugar a que se aprobara la Resolución Conjunta del 20 de abril del 1898 por el Congreso de Estados Unidos en donde se reconoció el derecho de Cuba a ser independiente. Y posteriormente a la declaración de guerra por parte de España (25 de abril de 1898) a Estados Unidos de América y con ello el inicio de la Guerra Hispanoamericana.

¿Y Puerto Rico estuvo incluido en la Declaración Conjunta mencionada? Veamos el contenido de la Resolución Conjunta;

Preámbulo:

“Por cuanto: El abominable estado de cosas que ha existido, durante los tres últimos años, en la isla de Cuba, tan próxima a nuestro territorio ha herido el sentido moral del pueblo de los EEUU y ha afrentado la civilización cristiana y ha culminado en la destrucción de un barco de guerra de EEUU con doscientos sesenta y seis de sus oficiales y tripulantes, mientras se hallaba de visita amistosa en el puerto de la Habana, y tal estado de cosas no puede ser tolerado por más tiempo, según manifestó ya el presidente de los EEUU en su mensaje al Congreso del 11 de abril de 1898, invitando a éste que adopte resoluciones: Por tanto, se resuelve por el Senado y la Cámara de Representantes de los EEUU de América reunidos en Congreso:

Primero: Que el pueblo de la isla de Cuba es y por derecho debe ser libre e independiente.

Segundo: Que es deber de los EEUU exigir, como el gobierno de los EEUU exige, que el gobierno de España renuncie inmediatamente su autoridad y gobierno en la isla de Cuba y retire del territorio de ésta y de sus aguas, sus fuerzas militares y navales.

Tercero: que por la presente se da orden y autoridad al presidente de los EEUU para usar en su totalidad las fuerzas militares y navales de los EEUU, y para llamar al servicio activo la milicia de los diferentes estados de los EEUU hasta donde sea necesario para llevar a cabo esta resolución


Cuarto: Que los Estados Unidos por la presente declaran que no tienen deseo ni intención de ejercer soberanía, jurisdicción o dominio sobre la Isla excepto para su pacificación y afirma su determinación, cuando ésta se haya conseguido, dejar el gobierno y dominio de la Isla a su pueblo.”

¿Y Puerto Rico, qué? ¡LO EXCLUYERON! Excluyeron al aliado cofundador del Partido Revolucionario Cubano. El que proveía la imprenta en donde se publicaba el periódico PATRIA. El que aportaba combatientes y dinero por igual. Excluyeron a la nación de “El Antillano”, del Dr. Ramón Emeterio Betances Alacán. Eso, eso en el barrio rural Juan Asencio del municipio de Aguas Buenas de Puerto Rico lo llaman TRAICIÓN

 ¿Y para la fecha de la Resolución Conjunta ya habían abierto los puertorriqueños y cubanos en armas el segundo frente militar tan ansiado en Puerto Rico?

NO. Aunque entiendo que había las condiciones políticas para ello. No se levantó el segundo frente militar por decisión del siniestro Tomás Estrada Palma, quien tenía sus planes secretos para Puerto Rico.

La mejor prueba de que existía en Puerto Rico las condiciones fue el levantamiento independentista armado en el municipio de Yauco (24/marzo/1897) en contra de España en donde se enarboló por vez primera el actual lábaro patrio puertorriqueño. Cuatro meses y un día antes de la invasión armada gringa al territorio nacional puertorriqueño.

También hay que considerar el plan que tenía el general de brigada cubano José Lecret Morlot  de llevar a Puerto Rico expediciones armadas.

El 26 de junio de 1897 le escribe a Betances en París lo siguiente: “… Mi plan es llegar a Puerto Rico con 500 cubanos armados. Ríus Rivera primer jefe, y yo segundo, imposibilitado él, yo ocupo el primer puesto. …El gasto para la expedición es insignificante con relación a la magnitud del proyecto, y yo me comprometo a reintegrarlo a la semana de mi llegada a esa isla.” Posteriormente - en fecha 29 de agosto de 1897 - le escribe a Betances y le expresa: “En esta la segunda que desde los campos de “Cuba Libre” le dirijo; en la primera le hablaba de mi plan, en esta puedo decirle que nuestro Gobierno me ha despachado en términos tan halagüeños, que solo leyendo su acuerdo tomado por unanimidad se hará usted cargo de él. … ¿Sabe usted quien está a mi lado? Carlos Manuel de Céspedes. Y Carlos Manuel de Céspedes se incluye en el escrito y le expresa a El Antillano; “Quiero ser de los primeros en anunciarle lo que bien puede resultar para su idolatrada Borinquen el albor de su gran día. Nuestro Lacret será el invasor intrépido”.

Además de los mencionados cubanos se contaba con las siguientes fuerzas: Expresa la misiva que incluía el Plan de Guerra: “Se determinó preparar al cuerpo expedicionario que invadirá la isla, constituyendo la base principal que deberá imprimir organización al ejército libertador, y para lo cual se cuenta con varios generales de la vecina República Dominicana, residentes algunos ya en Puerto Rico. … Además de los citados jefes, se cuenta para formar la primera expedición invasora con unos 300 hombres de tropas compuesta de dominicanos y puertorriqueños … Pero los que habitan en Venezuela, Curacao, etcétera, será necesario trasladarlos al lugar de partida…

Veamos la posición de Tomás Estrada Palma al respecto. En fecha 23 de septiembre del 1897 desde New York, un tal Julio, en su comunicación a Betances le expresa: Don Tomás, verbalmente nos ha contestado que nada puede hacer…Y van a hacer dos años que estamos organizados, y el Delegado ni siquiera ha dado parte de nuestra organización al Gobierno de la República

Por su parte desde Estados Unidos: (“New York,13 de agosto de 1897) Estrada Palma le escribe a Betances: Distinguido amigo. tengo a la vista su carta de 29 próximo pasado julio en la cual, entre otros particulares, me trata de los informes que le ha dado el señor Filiberto Fonts. Tomo nota de los ofrecimientos de la fábrica de Trieste sobre entrega de los fusiles máuser y cartuchos por bonos pagadero en dos años y garantizados por los cubanos ricos de París. De momento la situación económica que atravesamos no permite contraer compromisos de esta clase; no obstante, lo cual aplazo este asunto para mejor oportunidad…”

Lo anterior fue la contestación de Estrada Palma a la carta /informe de Betances sobre el resultado de sus gestiones con su auxiliar Filiberto Fonts sobre el encargo previo del propio Estrada Palma y del Gobierno Cubano de que consiguieran armas pagaderas con bonos cubanos. En la misiva el boricua le informó: “Marchó Fonts para Alemania, después para Austria, Hungría, etcétera, y en Trieste logró su intento en la fábrica de armas de Angelini Bernardon y Compañía, la cual prometió entregar bajo tales condiciones, todas las que los cubanos necesitasen. Por lo pronto, 50,000 Mauser españoles

Repasando la información inmediatamente anterior me surgieron par de preguntas:

1-                  ¿Por qué rechazó Estrada Palma la oferta de la fábrica de armas de Angelini Bernardon y Compañía cuando esta se comprometió a proveerlo de todas las armas y aceptó que fuese los ricos cubanos en París lo deudores solidarios de las compras y de entregarle inmediatamente 50,000 fusiles Mauser españoles con lo cual cambiaría inmediatamente la correlación de fuerza de la guerra en Cuba?



2- ¿Y por qué negarse a abrir el segundo frente militar en Puerto Rico cuando táctica y estratégicamente era muy recomendable en virtud a que se vería España comprometida a combatir en dos frentes simultáneamente y no podría sacar parte de sus fuerzas armadas de Puerto Rico para mandarlas a Cuba como lo había hecho durante toda la Guerra Necesaria?

Porque el siniestro Tomás Estrada Palma, Delegado General del Gobierno de Cuba y del Partido Revolucionario Cubano - en unión al sector anexionista de los independentistas cubanos - lo que prioritariamente perseguía era la intervención armada de Estados Unidos de América en la Guerra de Independencia de Cuba. Como aconteció

Y con relación a Puerto Rico porque lo tenía contemplado como el futuro botín de guerra con el cual el Gobierno de Estados Unidos podría recuperar su inversión de la intervención. Prueba de ello es el extenso memorándum que le envía al coronel estadounidense McCook posterior al hundimiento del Maine. En donde luego de abundarle sobre las razones del derecho internacional para intervenir armadamente en Cuba; de expresarle que contarían con el apoyo incondicional del Ejército Independentista cubano (ya muerto José Martí y Antonio Maceo Grajales. Y herido y encarcelado Juan Ríus Rivera); y de señalarle los lugares por donde deberían desembarcar las expediciones armadas de Estados Unidos le expresa lo siguiente:

             “Simultáneamente con el bloqueo a Cuba, Puerto Rico puede ser lo inverso. Ahora hay alrededor de 20,000 tropas regulares en esa isla. Puerto Rico está en una condición floreciente mientras Cuba está en cenizas. Existe un amplio bienestar allá y una indemnización de guerra puede ser rápidamente lograda.”

El 21 de abril de 1898 Estados Unidos de América le declara la guerra a España. El 1 de mayo de 1898 desembarca el ejército norteamericano en Bayamo, en el oriente de Cuba. El 12 de junio de igual año desembarca en Guantánamo. Santiago de Cuba, Cuba fuerzas invasoras estadounidenses. En ambas ocasiones con el apoyo militar del Ejército Independista Cubano comandado por su jefe principal en Oriente, el general Calixto García Íñiguez. Apoyo militar que recibieron durante toda su beligerancia en Cuba.

El 25 de julio del 1898 las fuerzas armadas del emergente imperio de Estados Unidos - luego de lograr la rendición del gobierno español en Cuba - invaden a Puerto Rico por sus litorales del sur, este y oeste. A diferencia de Cuba enfrentan resistencia armada de las milicias puertorriqueñas en Guánica, Ponce, Peñuela, Guayama, Yauco, Cabo Rojo, Mayagüez, Hormigueros, Abonito, Vieques y Fajardo. En el barrio rural Asonante de Aibonito y en el barrio rural Guamaní de Guayama fueron parados en seco y tuvieron que retroceder militarmente a la costa del sur, al Mar Caribe.

En fecha 13 de agosto de 1898 aconteció la Insurrección en el municipio de Ciales. Cuatrocientos campesinos declararon la Republica de Puerto Rico en plena Guerra Hispanoamericana.

El 10 de diciembre del 1898 se suscribió el Tratado de Paz entre Estados Unidos de América y España. Dando fin a la Guerra Hispanoamericana. Puerto Rico le fue cedido a Estados Unidos de América como botín de guerra. Y desde entonces combate por su independencia patria enfrentando al imperio gringo.

 Por su parte el valiente pueblo de Cuba tuvo que soportar la Enmienda Platt en su Constitución hasta el 1934; y hasta el día de hoy el estigma de la base naval gringa en Guantánamo

En esa fecha. 10 de diciembre de 1898 se consumó la Magna Traición a la independencia de Puerto Rico.

Fuentes:

1- Correspondencia Cubana en Nueva York durante la Guerra de Independencia de 1895 a 1898. Tomo Quinto. Publicaciones del Archivo Nacional de Cuba, La Habana, Cuba

2- Betances. Autor Luis Bonafoux Quintero, Serie Biblioteca Popular, Instituto de Cultura Puertorriqueña, San Juan de Puerto Rico, 1970-

3- Wikipedia

Lecret Morlot fue General de División del Ejército Libertador de Cuba. Participó en la Guerra de los 10 Años, en la Protesta de Baraguá y en la Guerra Necesaria. Amigo cercano y compañero de guerra del Gen. boricua Juan Ríus Rivera y de Antonio Maceo Grajales.

 

En Tepito, Ciudad de México, México, a 10 de mayo de 2021.

Por Ramón R. O’Neill Santos

 


 


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