miércoles, 9 de septiembre de 2015

LA NACIÓN QUE RESISTE EL GENOCIDIO

LA NACIÓN QUE RESISTE EL GENOCIDIO 



     Puerto Rico fue invadido por Estados Unidos en 1998. Entraron tirando tiros y bombazos el día de Santiago apóstol, como si quisieran borrar de raíz todo lo que tuviera que ver con nuestra   herencia hispánica. Es sabido que  España  causó  grandes males en nuestra patria. Que se  llevaron el oro, la plata, el níquel y abusaron de nuestras mujeres. Que sustituyeron los indios por los esclavos negros y sin querer, con ello crearon el mestizaje que define nuestra raza. Como dijo Neruda en “Confieso que he Vivido”, se lo llevaron TODO Y NOS DEJARON TODO, NOS DEJARON LAS PALABRAS. Desde ese momento comenzó lo que se puede calificar responsablemente como un genocidio porque se inició una política sistemática para norteamericanizar al país y borrar de raíz todo lo que fuera español. El genocidio, en su estado clásico, es desaparición física de una población, pero en su estado sociológico es desaparición antropológica de una cultura para sustituir los nativos por los invasores. Ese proceso de desplazamiento de población, en algunos lugares lo han llamado gentrificación. El proceso de asimilación fue muy complejo y difícil  de combatir porque para ello se utilizó los elementos más poderosos de la cultura, como es la religión, la educación y el gobierno que reparte bienes y servicios a la población y puede exigir de ellos docilidad y agradecimiento. Sobre ello han escrito libros seminales; Samuel Silva Gotay y Aida Negrón de Montilla, exponiendo el rol de las iglesias católicas y evangélicas en los procesos  de asimilación cultural, todo ello con el aval del estado colonial. 

       Luego de la promesa incumplida del general  Miles, anunciando traer las bondades de la civilización ilustrada, vino el régimen militar y la imposición de la ciudadanía norteamericana, para utilizar nuestros mejores jóvenes en las guerras imperiales, que se habrían de pelear a nombre de la democracia1En medio de esa desesperanza, luego de devaluado el peso a sesenta centavos de dólar y de impuesto el monocultivo de la caña a costa de la siembra de café y tabaco, que en nuestras tierras eran de los mejores, cundía sobre Puerto Rico un estado  de desesperanza  y pesimismo. En la década del veinte, cuando varios de los supuestos líderes del país se plegaron a los  intereses yanquis, surgió la figura de José De diego, que presidió el único cuerpo representativo de los puertorriqueños, que era la Cámara de Delegados. A de Diego se le imputa erróneamente haber sido abogado de las centrales azucareras que representaban el gran capital Norteamericano, cuando lo cierto es que solo las representó en dos o tres caso de poca monta. 

    Sobre este tema hay un libro seminal de Delma  SArrigoitia; que se titula: José De Diego el Legislador. Ahí vemos que De Diego encabezó la resistencia cuando parecía que todo estaba perdido y muchos adoraban el becerro de oro para congraciarse con los yanquis. De Diego creó el Código de Menores, una ley similar a la del Fondo del Seguro del Estado, para proteger  a los  obreros. Fundó el Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas en Mayagüezapoyó la enseñanza superior en el Ateneo de Puerto Rico, que fue uno de los precursores de lo que sería la Universidad  de Puerto Rico, la más importante del estado. Organizó la siembra de vegetales  en el sur, cuando nadie creía que se podía por ser un terreno árido. Legisló un Código Administrativo y rescató las memorias de Hostos (Obras Completas), y muchas efemérides patrias para resaltar nuestra historia y hacer ver los valores que teníamos como nación.  

  Es decir, De Diego fue luz en la larga noche del Coloniaje, cuando era más cómodo congraciarse con el invasor, como lo hizo Muñoz Rivera, BarbosaHenna2 y otros…La resistencia de De Diego fue en el área jurídica, histórica y educativa. Legisló para demostrar que se podía sugerir soluciones puertorriqueñas a problemas puertorriqueños, sin que el gobierno federal tuviera que imponernos sus modelos económicos y su visión de mundo, que era básicamente colonial e imperial. Por eso el rescate del idioma español, la defensa  de la ciudadanía puertorriqueña y la conmemoración de efemérides históricas y del patriciado puertorriqueño (Hostos, Betances y Ruiz Belvis) como modelos de resistencia. 

     Desaparecido De Diego y cuando parecía que todo estaba perdido porque el liderato legislativo y cultural que quedó era muy pasivo y complaciente con los intereses de EE. UU, surge la figura del mulato de Ponce, Pedro Albizu Campos. Albizu venía de un ambiente de extrema  pobreza, era hijo ilegitimo de un español Vasco, que no le reconoció hasta los 22 de años de  edad, mediante escritura pública. Sin embargo, por su preclara inteligencia, fue becado por la Logia Aurora para estudiar un grado de ingeniería en Vermont y un grado en derecho en Harvard. Fue teniente primero del ejército de EE. UU, lo que le dio una formación militar y una disciplina de orden en su accionar, que luego utilizaría en sus luchas revolucionarias. Contrario a lo que se dice,3Albizu recibió grandes distinciones en Harvard y presidió el Club Cosmopolita, además de tener el honor  de hacer el discurso de recepción al poeta Indio; Rabindranath Tagore.  En EE.UU, Se le ofreció  un puesto de oficial Jurídico a nivel apelativo y él lo rechazó por su compromiso de regresar a Puerto Rico a luchar por nuestra independencia patria. Albizu decía que el lugar de un hombre libre que pertenecía a una patria esclava, era luchando  al lado  de su pueblo. Juan A Corretjer, poeta, político y Secretario del Partido Nacionalista, decía que Albizu fue el líder  de la desesperación4, porque en la década del treinta, cuando Albizu le tocó dirigir el Partido Nacionalista, había hambre, desnutrición, alta tasa de mortalidad infantil, tuberculosis y uncinariasis, por las malas condicionede salud y la explotación a que sometían los trabajadores puertorriqueños 

    Albizu organizó los trabajadores de la caña para vencer en la huelga del 34. Así mismo rescató el grito de Lares, como el día en que emergió la Nación puertorriqueña en el siglo 19, frente al despotismo español. Albizu defendió la idea de que en las escuelas se enseñara en español. Educó para que a Betances5 se le reconociera como epadre de la patria y fue sembrando las bases actualizadas de la Confederación Antillana que pergeñó Betances Hostos y Martí. Se opuso al servicio militar obligatorio y organizó la resistencia internacional a  favor de la  independencia de Puerto Rico, enviando representantes a diversas naciones a gestionar solidaridad con la causa de nuestra independencia. Logró que en Naciones Unidas se permitiera una representante del Partido Nacionalista de Puerto Rico, Thelma Mielke6, para hacer valer nuestra personalidad internacional y derrotar la idea de que la lucha por descolonizarnos y nuestro futuro político es un asunto  interno de Puerto Rico y Ee UU7Organizó la lucha armada de modo defensivo, es  decir para hacer valer el principio que el defendió de que  la vida de un puertorriqueño valía más que la de muchos yanquis8 

   Don Pedro expuso la teoría jurídica de la nulidad del tratado de parís y censuró enérgicamente la utilización de armas nucleares contra naciones,  actuando así como un verdadero precursor de la paz y del uso del derecho internacional. No es difícil comprender porque EE UU lo reconoció como su primer gran enemigo y conspiró para meterlo preso en un juicio fraudulento, luego  de resultar que no pudieron encontrarlo culpable en un primer juicio donde predominaban los miembros de un jurado puertorriqueño. En un segundo juicio9 lo encontraron culpable del delito imposible10, que viene a ser la conspiración sediciosa11.Su impugnación del Tratado de Paris, mediante el cual España cede a Puerto Rico a Estados Unidos es lo que permite internacionalizar el caso de Puerto Rico y sacarlo del esquema de derecho doméstico e EE UU. Mediante la Carta Autonómica habíamos alcanzado el derecho a negociar y tener tratados con otros países y eso según Albizu nos concedía personalidad internacional, por lo cual no podíamos ser cedidos a otro país sin nuestro consentimiento. 

   Se puede intentar el genocidio de un país mediante el uso de la fuerza física y se puede intentar mediante la imposición jurídica de esquemas de gobierno que hagan desaparecer la cultura y la personalidad nacional de un pueblo. En el caso de Puerto Rico se ha intentado y se intenta, n en la actualidad, por todos los medios y por todos los medios ha sido necesario  combatirlo, tal como lo ejemplifica la historia de todos nuestros prisioneros políticos en diversas épocas históricas12.En términos físicos valen algunos ejemplos: En Puerto Rico se experimentó matando puertorriqueños con células cancerosas para iniciar lo que luego sería la guerra química entre naciones13. Se experimentó con el agente Naranja en las tierras del Yunque. Se experimentó con pastillas anticonceptivas en el agua, sin que nuestras mujeres lo supieran. Se bombardeó con fines militares, para detener la Revuelta Nacionalista en Jayuya y Utuado. Se bombardeó con fines de entrenar para el  ataque a otras naciones en Vieques Y Culebra, dejando aun sus mares y sus tierras contaminadas con bombas inactivas y residuos de Uranio radiactivo. Se pretendió explotar minas de oro y cobre en el corazón de la montaña boricua en tierras de alta productividad agrícola. Casa Pueblo14 y su gente fueron ejemplo de lo que una lucha comunitaria bien organizada puede hacer para defender las tierras, la vida silvestre y la salud de la población. 

    La historia de la creación de carpetas15 con  datos de la vida personal y política de  militantes independentistas y de las luchas sociales (ambientalesde la mujer y  obreras entre muchascomo instrumento de represión y vigilancia política, merece capítulo aparte porque es la mejor evidencia de un plan sistemático para destruir y hacer desaparecer al independentismo puertorriqueño y el derecho de nuestro pueblo a ser libres16.En 1950, Don Pedro Albizu Campos, para combatir lo que eventualmente se llamó: La Farsa del Estado Libre Asociado17, organizó la Revuelta Nacionalista que se inició en Jayuya y se extendió por varios pueblos de Puerto Rico. Albizu sabía que no contaba con las armas ni la organización para derrocar al gobierno de Estados Unidos en Puerto Rico, que tenía una guardia Nacional armada y bien entrenada. Sin embargo, consideró su  deber y el de los nacionalistas, demostrar al mundo que no era cierto que Puerto Rico iba a adquirir un nuevo arreglo constitucional que nos sacaba de la clausula territorial en que estábamos y estamos y que el Estado Libre Asociado era un régimen autonómico descolonizador. Para ello era importante hacer valer nuestro derecho a la independencia por los medios que fueran, siendo que el derecho internacional reconoce el derecho la lucha armada en países sometidos a regímenes coloniales como el nuestro18. 

       La represión que se originó  contra todo el movimiento independentista fue tan brutal que Trias Monge, uno de sus artífices, admitió que en la década del cincuenta se firmaron más de mil órdenes de arresto en blanco para ser diligenciadas en los cuarteles de la policía de Puerto Rico. De este modo fueron a la cárcel, hasta personas que habían sido independentistas y ya  no lo eran. Se firmó la ley de la mordaza y se limitó considerablemente el derecho de expresión y de asociación en el país, especialmente a  todo aquel que creyera y propagara la independencia de Puerto Rico. Por violación a esa ley fueron a la cárcel varios independentistas notables, entre ellos el excelso poeta Francisco Matos Paoli, quien enloqueció en la cárcel  a causa del régimen de aislamiento  a que fue sometido19. 

             La década del cincuenta produjo una gran ola migratoria de independentistas puertorriqueños que se ubicaron en diversos estados de la unión norteamericana, en búsqueda de empleo y estudio, huyendo a la gran represión que contra ellos se desató. La consecuencia fue el debilitamiento electoral del Partido Independentista que de ser segundo partido llegó a no quedar inscrito en la elección de 1960.Paradojicamente esa migración de la diáspora produjo el surgimiento de células revolucionarias al interior de EEUU como fue el grupo de los Macheteros y el de la FALN. El gobierno de Luis Muñoz Marín reconoció20 que hubo una política deliberada para hacer que migraran cientos de miles de puertorriqueños  a EE UU, a fin de suavizar las demandas económicas por empleos viviendas y educación, para montar sobre ello la estrategia económica de Puerto Rico bajo el nuevo ELA21. 

        Esa diáspora puertorriqueña ya constituye  más de la mitad de nuestra población y en diferentes épocas y sectores, sufrió los rigores y los dolores de adaptarse a una cultura distinta y en ocasiones racista, hecho que se traducía en bajos salarios y condiciones paupérrimas de sobrevivencia, para los grupos poblacionales menos preparados. No es de extrañar que cada grupo e individuos asumieran diferentes actitudes y conducta. Un sector se asimilaba culturalmente para facilitar que los aceptaran en su entorno demográfico y sociológico. Otro sector se aculturaba22 y otro se radicalizaba y veía su expatriación como consecuencia de la política colonial y la subordinación política de Puerto Rico, por lo cual asumía el compromiso de luchar desde  las entrañas del monstruo, como decía Martí y como ocurrió en otras épocas. 

        El pueblo de Puerto Rico ha sido creativo en su lucha por mantener la identidad cultural y su permanencia como nación en el concierto de las naciones así identificables en el mundo. Una de las áreas de mayor resistencia ha sido la defensa del idioma español, por la cual recibió el premio príncipe de Asturias, en el año 1991, bajo la gobernación de Rafael Hernández Colón. El presidente del jurado era Camilo José Cela (premio Nobel de literatura), quien expresó en una ocasión que en Puerto Rico era uno de los lugares en que mejor se hablaba español23. Eso, aun cuando en los inicios de la colonización norteamericana, se trató de manera oficial e impuesta, de cambiar el español por el inglés24 

    Samuel Silva Gotay lo describe en su libro Protestantismo y política en Puerto Rico y publica el mapa de Puerto Rico  (p. 113) ante el cual se arrodillaron representantes de las principales Iglesias protestantes a pocos meses de la invasión del 98 para dividirse la isla y no pelearse entre sí. La experiencia de lo ocurrido con la iglesia Bautista en la Guerra Civil los hizo unirse para evitar una división similar.  El plan era americanizar "descatolizando” (p.327). 

          En nuestro país aún se celebra el Grito de Lares, conmemorando el nacimiento de la nación puertorriqueña bajo España, con la adopción de los diez Mandamientos que proclamó Betances a los revolucionarios. Varias escuelas envían sus estudiantes a que visiten la plaza  de Lares y recuerden la ruta y el sacrificio que significó la gesta de Lares pare preservar la nación que hoy somos. De ese modo se combate la concepción errónea que Puerto Rico no tiene historia de rebeldía y resistencia, ni épicas que recordar. De hecho, los combatientes de Jayuya, Utuado, Peñuelas y demás pueblos en que se combatió en la Revuelta nacionalista del cincuenta, afirmaban que lo que hacían era refundar la república de Puerto Rico que se había creado en lares. 

   Nuestros compositores han sido reconocidos en toda Latinoamérica como iconos de la música que se escribe en español25. Las canciones recogen gran parte de nuestra identidad como pueblo y varias de ellas aluden a cantos de rebeldía y de homenaje a nuestros patriotas. Algunas de ellas son las siguientes: Preciosa de Rafael Hernández, Recuerdos de Borinquén de Luis R Miranda, Verde Luz de Antonio Cabán Vale, Soñando con Puerto Rico de Bobby Capó, Ahora Seremos Felices de Rubén Domínguez, Yo Habito una Tierra Luz, de Tony Croato, Quién no se siente Patriota, de José Rafael López, Soy Boricua, de Bobby Valentín, Boricua en la Luna, de Juan A CorretjerLos Patriotas de Daniel santos, El Bambú de Davilita y tantas otras que escapan al recuerdo emocionado del que escribe. Con lo dicho queda de manifiesto el hecho patente de que la cultura ha sido arma de resistencia, en un pueblo asediado al que se le niega deliberadamente, en su sistema de educación y en algunas instancias hasta a nivel universitario, el conocimiento y aprecio por su historia patria. 

    Nadie se equivoque, no es solo con poesías, libros y canciones, que hemos defendido el derecho inalienable a nuestra autodeterminación e independencia26. También se han realizado actos heroicos en diferentes épocas, bajo diversas circunstancias, algunas en franca desventaja frente al poder interventor que nos ha tocado enfrentar, que es Estados Unidos, el imperio más poderoso del mundo en términos militares27. En 1950, Oscar Collazo y Griselio Torresola, nacionalistas puertorriqueños,  atacaron la casa Blair y al presidente Truman, para demostrar que la Revuelta Nacionalista no era parte de una conspiración comunista internacional, como decía Muñoz Marín y para confrontar la farsa del Estado Libre Asociado. En 1954, otro comando nacionalista, encabezado por una mujer heroica, Lolita Lebrón atacó al Congreso de EE UU, reclamando el derecho de Puerto Rico a ser libre y refutando lo que Estados Unidos le representó al mundo en la ONU, cuando logro en195328, que se le relevara de rendir informes sobre Puerto Rico bajo la premisa de que habíamos alcanzado un grado de autonomía que lo justificaba. 

En la década del setenta se realizaron actos de desobediencia civil, en Culebra y luego en Vieques, para lograr que la marina de guerra de EE. UU abandonara ambas pertenecías del archipiélago puertorriqueño. La desobediencia civil provocó el encarcelamiento de varios dirigentes del PIP, entre ellos, su presidente, Rubén Berrios Martínez y varios otros hombres y mujeres de diversas agrupaciones patrióticas que arriesgaron su vida en el campo de tiro de ambas poblaciones. En el setenta la marina se fue de Culebra y la lucha por sacarla de Vieques duró hasta el año 2000, en que de nuevo la desobediencia civil, esta vez más amplia diversificada y creativa, logro un consenso nacional y mundial, que los obligó o abandonar Vieques29 

                 La década del setenta y ochenta, décadas de revoluciones y de contrainsurgencia auspiciada por Estados Unidos 

    Para entender los métodos de lucha que se tuvieron que utilizar para enfrentar dictaduras de derecha que negaban toda oportunidad de cambio por la vía electoral, es necesario examinar varios eventos. Se produjo el golpe de estado en Chile que disuadió a los que pretendían hacer el socialismo por la vía democrática. Se fortaleció y financio por Estados Unidos, bajo Reagan, la escuela de las Américas, entrenando militares en técnicas de contrainsurgencia. Se financió la contraguerilla en Costa Rica, para derrocar al gobierno de Nicaragua y la revolución Sandinista. Se financió y entrenó fuerzas militares para sostener dictaduras en El Salvador, Guatemala y Argentina, entre otros países de Centro y Sur América. Bajo esas condiciones era difícil o imposible hacer cambios por la vía electoral o por  medios pacíficos como la desobediencia civil.   

    Eran los  tiempos de la llamada guerra fría,(cadas del setenta y ochenta),  en los cuales se se desarrolla  un periodo de intensa militancia  de las fuerzas revolucionarias de Puerto Rico (en los partidos oficiales de izquierda y en organismos de izquierda de carácter clandestino) que fueron parte de una lucha activa y vibrante por mantener el reclamo de Puerto Rico a su independencia y descolonización. Fue una   época en que además,el  gobierno de los Estados Unidos y Puerto Rico, arreció e intensificó la  persecución  mediante diferentes mecanismos represivos, incluyendo el asesinato, con el  objetivo de neutralizar los movimientos sociales y  anticolonialistas y  evitar   la participación popular en las mismas 

    Veamos algunos ejemplos:los asesinatos de   dos jóvenes independentistas en Maravilla Puerto Rico30, la muerte, encubierta aún por autoridades federales, de Carlos Muñiz Varela por su lucha por el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. De igual modo, el asesinato de Santiago Mari Pesquera, hijo del patriota puertorriqueño Juan Mari Brás, quien era candidato a la gobernación de Puerto Rico por el Partido Socialista de ese momento.  Ocurrió también, el asesinato en una prisión en Estados Unidos de Angel Rodríguez Cristóbal, arrestado y sentenciado  en  la lucha por la salida de la marina de guerra de EE. UU, en Vieques.  

Un frente de organizaciones clandestinas, constituido por El Ejército Popular Boricua, (Los Macheteros), las Fuerzas Armadas de Resistencia Popular (FARP), los Comandos Obreros,  en unión  a una organización armada clandestina,  reivindicaron sus muertes  mediante acciones como la quema de  aviones militares y el ataque a un camión militar  en Sabana Seca, Toa Baja, Puerto Rico. Se efectuó además otro tipo de acciones como  la apropiación de diez millones de dólares de un camión de   la Wells Fargo,  para utilizar el dinero en apoyo a la independencia de Puerto Rico  hecho que se hizo formar parte del expediente de los que hicieron alegación pre acordada en el tribunal federal que los juzgó.  

   En el año 1978, Pablo Marcano García y Nydia Cuevas Rivera, secuestraron el Consulado Chileno para exigir la excarcelación de los presos nacionalistas que aun cumplían cárcel por los actos de la década del cincuenta que hemos reseñado en este escrito. También han sido ejemplo de resistencia y lucha las  diferentes huelgas universitarias en defensa de la educación pública, contra la militarización y en apoyo a los derechos de diversos sindicatos y corporaciones  públicas. Estas luchas estudiantiles se han caracterizado por su creatividad, su dirigencia colectiva y el uso de medios de comunicación creados por los estudiantes, desde el interior de la universidad de Puerto Rico31, para difundir el mensaje de la huelga estudiantil que despertó e involucró al pueblo en su apoyo32. 

                                     El caso de Oscar López Rivera 

  Mención aparte en esta breve historia de resistencia contra el genocidio cultural y el coloniaje, merece el caso de Oscar López Rivera, puertorriqueño nacido en un pueblo del centro de la isla, San Sebastián del Pepino. A los 13 años, tuvo que emigrar a EE UU con su familia, que como tantos otros, se fueron en búsqueda de mejores oportunidades de empleo y educación para sus hijos, obligados por la política de la válvula de escape. Oscar creció y se formó en las calles de Chicago. Conoció de cerca el racismo y el discrimen que caracteriza varios estamentos de la sociedad norteamericana y que obliga a los que lo padecen, a grandes sacrificios para sobrevivir y conseguir su espacio de convivencia. Oscar, siendo joven fue reclutado a la guerra de Vietnam, en la cual tuvo una participación destacada que le valió la medalla de bronce por su valor en combate. Al regreso a Chicago entró en contacto con nacionalistas puertorriqueños que sumado a las experiencias en Vietnam, le hicieron consciente de la situación colonial y de insubordinación política que vivía su pueblo, su nación, que es Puerto Rico.  

Esas experiencias y el estudio de nuestra historia, le llevaron a involucrarse en luchas comunales y a  convertirse en un organizador exitoso. Consiguió mejores viviendas y empleos razonables para sus compatriotas, espacios de estudio en la universidad de Chicago para las minorías, estimuló el estudio de nuestra historia, de nuestros próceres y concientizó a cientos de compatriotas sobre la lucha por la descolonización de Puerto Rico. Es decir, se fue convirtiendo en un problema político y un peligro para las autoridades que mantienen el coloniaje en Puerto Rico, al organizar desde los centros de poder la resistencia nacional. 

El proceso en que se vio inmerso obliga a Oscar a irse al clandestinaje y luego de cuatro años es arrestado el 29 de mayo de 1981. Fue acusado y convicto de Conspiración Sediciosa (conspirar para derrocar el gobierno de EE UUU en Puerto Rico)33 En los primeros años de encarcelamiento, Oscar fue sometido a 12 años en solitaria, privado de sueño, de experiencias sensoriales y de visitas de contacto con su familia34. 

Luego de ser sentenciado a setenta años de cárcel (cincuenta y cinco más quince añadidos por una fuga fabricada), el Presidente Clinton le ofrece salir en el año 2009, con una sentencia cumplida de 29 os. Dos de sus compañeros, seguirían en prisión sin que se les ofreciera fecha de salida y esto lleva  a Oscar a rechazar la oferta en solidaridad con ellos. Ya estos fueron excarceladosEn Puerto Rico se ha desatado una fuerte campaña que ha alcanzado un amplio consenso de la sociedad civil, las iglesias católicas y evangélicas, los sindicatos más importantes y los tres partidos políticos principales del país así como varias organizaciones de izquierda, de derechos humanos y civiles, de la mujer, ambientales, de solidaridad, estudiantilmagisterial, culturales (músicos, artistas de la plástica, poetas, escritores) , profesionales (médicos, abogados, trabajadores sociales, sicólogos) y sociales entre otras,   que han sido solidarias con el reclamo para que se excarcele a  Oscar.  

Además, se ha conseguido el apoyo de varios ex gobernadores de Puerto Rico y también de siete premios Nobel de la Paz. En Estados Unidos existen varios comités organizados en diversos estados en apoyo a  su excarcelación. De igual modo, se ha conseguido más de diez Resoluciones unánimes del Comité de Descolonización de la ONU, reclamando al gobierno de Estados Unidos y a su Presidente, que excarcele a Oscar. 

Aun con todo ese consenso que se ha conseguido en Puerto Rico, EE. UU y a nivel internacional35, Oscar sigue en prisión en lo que muchos han llamado un ejercicio de tiranía del Gobierno de EE. UU. La intención evidente es intimidar al pueblo en lucha por los ideales de Oscar. Enviar un mensaje disuasivo sobre la amenaza de cárcel a quien intente derrocar al coloniaje por los medios que sean y parecería que es una venganza o retribución por obligar  a la marina a abandonar Vieques y Roosevelt Roads. Nada de eso ha servido contra los movimientos patrióticos y las personas (hombres y mujeres) que tienen un compromiso sagrado de involucrar su vida en la lucha por la independencia de Puerto Rico.  

Oscar está preso pero mientras tanto, el pueblo lucha por su excarcelación en la calle, también afirman su presencia en la patria a través de la pintura, la poesía, la música, el canto, la escultura, el arte dramático. El coloniaje es un crimen contra la humanidad y una necesidad anacrónica de los países que pretenden mantener dominio sobre el destino de naciones, como la nuestra, que tienen un derecho inalienable a la autodeterminación e independencia. Oscar López se ha convertido en símbolo de inspiración para un pueblo que resiste y lucha contra los intentos de destruir su cultura y su identidad nacional. Nuestro pueblo no descansará hasta convencer al Presidente Obama de que excarcelar a Oscar López es un gesto de buena voluntad y  de reconciliación con la nación puertorriqueña que ha sufrido los efectos letales del coloniaje.  

                             El rol de las mujeres en la lucha revolucionaria                                                         

  Hemos sido invitados a escribir y reflexionar sobre genocidio, desaparecidos y coloniaje, y lo hemos hecho a la luz del contexto histórico de la lucha del pueblo de Puerto Rico, en defensa de su derecho a la descolonización e independencia. Nosotros pensamos como Albizu, que a la  patria como a la mujer, hay que amarla física y espiritualmente. De hecho, mujeres gloriosas han sido parte de la lucha por la libertad y la autodeterminación de los puertorriqueños. No se ha hecho justicia en la historiografía al rol de la mujer en la lucha. Pocos estudios se han publicado sobre el tema. En parte por la modestia de muchas de ellas que preferían recibir tareas y cumplirlas, con grandes ejemplos de valor y sacrificio, sin figurar públicamente como protagonistas36 

Sabemos que Ruth Reynolds cuidó a Albizu luego de salir enfermo de Atlanta. Doris Torresola y Carmín Pérez combatieron con Albizu, batiéndose  a tiros con la policía, cuando la residencia de Don Pedro fue atacada a raíz del ataque al Congreso de EE.UU en 1954. Isabelita Rosado37 que fue miembro de la Junta Nacionalista y asumió responsabilidades sensitivas en el apartado militar del partido al igual que Rosa Collazo y otras,    cumplió varios años de cárcel por su militancia nacionalista, que se extendió hasta los ciento siete años de edad. Isabelita vivió, siempre  preguntando y gestionando sobre qué mas se podía hacer para mantener la lucha por la independencia de Puerto Rico. Blanca Canales encabezó la revuelta nacionalista en Jayuya cuando muchos hombres flaquearon en el momento definitorio en que había que arriesgar la vida por la patria38. 

Así que cuando parece que todo está perdido, cuando reina la desesperanza y el pesimismo, la patria resurge movida por el sentimiento ínsito de nacionalismo que alberga en el corazón de todo hombre y mujer puertorriqueño(a), que sabe que esta es su única patria. Por eso el que cree que el ansia de libertad ya no existe, porque lo miden por números electorales o por el desanimo del momento, tiene que recordar que los que luchan por la libertad, siempre pueden resurgir y  decir como la cigarra en el compro miso con su pueblo: 

Tantas veces me mataron,  
tantas veces me morí,  
sin embargo estoy aquí  
resucitando.  
Gracias doy a la desgracia  
y a la mano con puñal  
porque me mató tan mal,  
y seguí cantando.  
 
Cantando al sol como la cigarra  
después de un año bajo la tierra,  
igual que sobreviviente que vuelve de la guerra39 

 

En Isabela Puerto Rico; Eduardo Villanueva Muñoz, CDHPR 

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